Carlos Baute y José Daniel, su ‘hijo secreto’, han dejado a un lado sus rencillas y se han reconciliado. El cantante comunicaba este entendimiento a sus seguidores, “después de tantos malentendidos”, a través de su Instagram, donde le pedía perdón por sus errores. El joven de 31 años nació cuando el artista tenía tan solo 15, fruto de su noviazgo con una chica llamada Zerimar Nallera. Residían en el mismo barrio de Caracas y, según explicó su primogénito, la familia del músico “le dio con la puerta en las narices” a su madre cuando les informó que estaba esperando un hijo.
Tras asumir esta situación, se mudaron y la relación con esta parte pasó a ser inexistente. Aunque José Daniel, hace más de una década, harto de esta injusticia, empleaba todos los medios posibles para reclamar su reconocimiento y una pensión “por necesidad”. Llegar hasta el punto actual no ha sido un camino de rosas.
Hace 8 años, la justicia fallaba a favor del denunciante y le concedía el apellido del cantante. Tres años después, el primer hijo de Baute le reclamaba una pensión alimenticia tras considerar que nunca se había hecho cargo de su labor como padre. Una guerra judicial que se prolongaba en el tiempo y se recrudecía hasta hace tan solo unos meses, cuando seguía exigiendo una pensión de 1400 euros mensuales por “un abuso de derecho”.
“Si ahora le pido ese dinero es por mi precaria situación. La pandemia me ha dejado en una situación crítica. Lo estoy pasando mal y no entiende que soy su hijo”, comentaba hace un año al diario ‘La Razón’ que necesitaba esa ayuda para vivir. José Daniel, por aquel entonces, explicaba que en la gasolinera donde estaba había notado el impacto de la crisis y ganaba lo justo “para sobrevivir”. “Ruego a mi padre que me ayude, tiene una solvencia económica suficiente como para hacerlo. En estos momentos le necesito. Es un acto humano”, rogaba desde el periódico garantizando que lo estaba pasando “muy mal”.
Su reciente reconciliación no ha ocasionado que las circunstancias de José hayan cambiado de manera radical. De hecho, tal y como muestra Semana en su portada, el joven continúa con la vida que tenía antes de reconciliarse con el autor del hit ‘Colgando en tus manos’. El venezolano mantiene su trabajo en la gasolinera de su exsuegro, en Baeza, donde reside desde hace unos años. Su expareja, con la que mantuvo una relación de más de siete años, hizo que se mudara hasta allí y, pese a que ya no están juntos, sigue guardando una estupenda relación.