Laura Sánchez vive un momento de relativa calma tras años de guerra judicial por la custodia de su hija Naia, de 15 años, fruto de su relación con Aitor Ocio. Nada nos hacía sospechar que esta historia de amor vip fuese a acabar en un largo conflicto que habría costado hasta la salud de una de las partes. La ciudad de Sevilla unió al futbolista y a la modelo en 2014 en una relación que se duró cinco años. Dos años después de comenzar su historia, ambos anunciaban felices que estaban esperando a la que sería su primera y única hija en común.
Aitor Ocio responde a las declaraciones de Laura Sánchez sobre la lucha por la custodia de su hija
En 2008, tras el bautizo de la pequeña, se originan las primeras especulaciones de crisis entre ellos y un año más tarde comunicaban su ruptura aclarando que habían sido sus compromisos profesionales los únicos culpables de haber llegado a esta situación. Cuando todo parecía que se iba a resolver de mutuo acuerdo y que el trato entre ambos sería cordial pese a su separación, se dio inicio a una convulsa batalla que ha durado cerca de una década. En 2011, Aitor solicitaba la custodia completa de la niña alegando que Laura no ejercía “su labor de madre” ya que vivía entre Madrid, Sevilla y Bilbao, ciudad en la que él vivía por motivos profesionales.
Tras enfrentarse en los juzgados por primera vez por este peliagudo asunto, el juez decidía concedía la compartida, pero la batalla acababa de empezar. El exdefensa, que en 2018 sería de nuevo denunciado por su exmujer por publicar imágenes de la menor sin su consentimiento, se hacía con la custodia íntegra de la niña después de que ella la reclamara en varias ocasiones. Un eterno conflicto que parece apaciguado hoy en día, pero que habría dejado algunas secuelas a la madre de la criatura, que ha concedido una entrevista en la revista ¡Hola! en la que ha narrado, entre otros asuntos y sin entrar en detalles, cómo se ha sentido en esta lucha sin descanso por su hija.
“La gente tiene una imagen de mí riendo, pero he llorado mucho. Ha sido un hecho que no me esperaba y que, hoy en día, lo miro como aprendizaje”, relataba. La onubense afirmaba a este medio que ha llegado a necesitar “ayuda psicológica” durante una etapa que aún no está dispuesta a evocar al detalle públicamente: “Si yo contara detalladamente lo que he vivido, la gente fliparía. Sería una trilogía de terror”, prefería ocultar por el momento su versión completa de los hechos Laura, que cree que la única persona que tendría que pedir explicaciones en un futuro es su hija.
Aunque ha derramado muchas lágrimas y ha sufrido lo que no está escrito por estar al lado de Naia, Laura ha querido, “para vivir bien”, disculpar al futbolista. “Ya he perdonado e incluso le he dado las gracias personalmente por todo lo que me ha hecho aprender esta situación, pero eso no quiere decir que me lo mereciera”, puntualizaba la actriz, que no piensa que merezca la pena vivir en el rencor. “Tomé la decisión hace dos años […] Yo no soy un faro y quiero dar luz bonita, porque estoy en paz, me da igual si sopla poniente o levante”, zanjaba el tema.
Horas después de que se hiciese pública la entrevista de Laura Sánchez a la revista ¡Hola!, el futbolista utilizaba su cuenta de Instagram para mostrar su completo desacuerdo con las declaraciones de su ex. "Creo que no todo puede valer", aseguraba Aitor Ocio, "desde el mayor de los respetos", con un comunicado que hacía público. "Siento asombro, pena, tristeza y también dolor", aseguraba.
El padre de Naia confesaba que, después de una larga batalla judicial, leer las declaraciones le había "afectado de manera inevitable" y que se sentía "incómodo" por estar en el centro de un círculo mediático.