Se ha especulado mucho sobre cuál es la relación que mantienen en la actualidad Cayetano Rivera y su hija Lucía Rivera, a quien adoptó durante su matrimonio con Blanca Romero. La última vez que los reporteros acudieron a la joven de 22 años fue para conocer su opinión acerca de que el torero se estuviese sacando la licencia para ser piloto privado. Una información que pillaba por sorpresa a la influencer y de la que no tenía constancia: “No, pero estoy aquí con mis amigos y no me gustaría mezclar… Está bien aprender cosas nuevas. Obviamente le pediré que me dé una vuelta”, zanjaba el asunto y pedía respeto por su intimidad. Un desconocimiento que volvía a poner de nuevo sobre la mesa un posible distanciamiento.
Pero esto ha sido de nuevo desmentido por ambas partes a través de un intercambio de mensajes en un provocativo post de Lucía. La modelo se fotografiaba frente al espejo totalmente desnuda para desear un buen día a sus seguidores, ocultando con su pelo y sus brazos las partes más íntimas de su cuerpo.
La hija de Blanca Romero se entrena diariamente para mantenerse en forma, por lo que no es de extrañar su envidiable figura. Lo hace con la ayuda de Miguel Lordan, uno de los entrenadores personales más demandados por nuestras celebrities Macarena García, Mónica Cruz, Ester Expósito o Lydia Bosch han sido algunas de las famosas que han pasado por sus manos.
Una publicación que se ha ganado cientos de comentarios, entre otros tantos el de su padre. El diestro reaccionaba bromeando con cuatro emoticonos diferentes a esta sensual fotografía: tapándose la cara escandalizado, una cara sonrojada, otra sonriendo y, por último, una con el que le manda un beso. “Tqqq” (Te quiero) respondía inmediatamente ella demostrando que continúan manteniendo una excelente relación.
La vida profesional y privada de Lucía ha estado siempre en el punto de mira de la prensa. Ser la ‘hija de’ y su prometedora carrera como modelo ha suscitado el interés de la crónica social, que ha colocado su nombre en numerosas portadas este último año por su relación con el piloto Marc Márquez, que dieron por finalizada hace unos meses.
Una abrumadora popularidad que ha empujado a la joven a ejercer cierta presión sobre sí misma para ser aceptada. “Estoy arrepentida. Arrepentida por haberme pasado tanto tiempo preocupada por el futuro y perder a gente por encajar o ser aceptada”, comenzaba así a reflexionar en sus redes sociales a finales del pasado verano.
“Por perder tantos momentos en una pantalla o escribiendo mi nombre en el buscador de Google para leer qué opinan o qué tontería se diría de mi”, admitía la hija de Blanca Romero, que reconocía que había llegado a perder personas que estaban a su lado “por miedo a perderlas” y trabajos “por miedo a no estar a la altura del casting. “Estoy muy segura de que perdí muchas victorias por miedo a perderlas”, añadía a este sincero texto, donde llegaba a la conclusión de que nos invade la sensación de preocupación la mayoría de nuestro tiempo en vez de estar “dando el 100% de nosotros mismos”.