Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y exsecretario general de Podemos acaba de hacer público un aspecto de su vida desconocido hasta ahora. El profesor de Universidad, que ha retomado sus clases en la Complutense, no suele hablar de su vida privada, sin embargo, acaba de hacer una pequeña excepción al confesar en una entrevista para el canal de Youtube 'Radio La Pizarra' que hace colecho con sus hijos, es decir, duerme en la misma cama que ellos.
Por todos es sabido que Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero, adquirieron hace años un lujoso chalet en Galapagar, con 268 m2 construidos sobre una parcela de 2.000 m2. Tres dormitorios, dos baños, chimenea, jardín con huerta y hasta un pequeño chamizo como casa de invitados. Una casa ideal para que sus hijos corran y crezcan y que, sin embargo, al menos durante la noche, no aprovechan o sacan todas las posibilidades que les ofrece.
Y es que, tal y como el propio Iglesias ha confesado, Irene Montero, los mellizos Leo y Manuel, de tres años de edad, y la pequeña Aitana, de dos, duermen juntos en la habitación matrimonial. Así lo ha asegurado él mismo en una entrevista concedida a Alfredo Serrano Mancilla para 'La Pizarra', a quien ha revelado que por "culpa" de los niños no duerme bien muchas noches.
No obstante, Pablo no entiende criar a sus hijos sin colecho. Y aunque entiende que en algún momento deberán abandonar la cama familiar, para él y para la ministra de Igualdad esto es todo un privilegio, a pesar de las malas noches. "Yo duermo con mis hijos y cuando hacen que la noche sea más inquieta o tenga más interrupciones me acuerdo más (…) cuando tus hijos te despiertan con mucha frecuencia, claro que te acuerdas", dice mientras habla de "los sueños".
"Duermo lo que me dejan dormir mis hijos. Ahora más, porque los mayores ya tienen 3 años y la pequeña dos y ya van durmiendo mejor. Pero nosotros dormimos con ellos, así que cuando se despiertan, quieren agua, tienen una pesadilla o lo que sea estás con ellos", asegura.
"Lo normal cuando duermes con niños es que lo hagas un poco peor, pero también es muy adictivo. La noche en la que no estoy abrazado a uno de ellos se me hace cuesta arriba. No me quejo. No dormir porque duermes con tus hijos es hasta cierto punto una cosa relativamente agradable", dice mientras revela una parte de su desconocida faceta paternal. "No tiene nada que ver con el insomnio por estrés o por cualquier otro tipo de problema", añade mientras confiesa que durante sus años al frente de la política también ha vivido varios episodios que le han quitado el sueño.
El colecho es la práctica cada vez más extendida en la que los bebés duermen con uno o dos progenitores en la misma cama. Con los recién nacidos es algo mucho más común, especialmente durante el periodo de lactancia, aunque cada vez existen más familias que, como la de Pablo Iglesias e Irene Montero, que alargan este periodo y continúan durmiendo con sus hijos de más de 3 años.
Entre los beneficios, la Asociación Española de Pediatría destaca la mejora del descanso en los pequeños, "que aprenden los ritmos maternos y, en consecuencia, su forma de dormir se asemeja más a la de un adulto, facilitando la autorregulación mutua, muy necesaria para el crecimiento adecuado de su hijo". Además, destacan que el contacto continuo entre los progenitores y los niños, favorece el desarrollo del vínculo afectivo, el bienestar del bebé, el desarrollo neuronal y la capacidad de respuestas adecuadas ante situaciones de estrés. Estudios recientes demuestran que la cercanía del niño y la madre facilita el mantenimiento de la lactancia materna.
Según publica la Federación de Asociaciones de Matronas de España, el antropólogo y experto en sueño infantil James McKenna asegura que "cuando se practica con seguridad, el colecho con la lactancia materna representa un sistema de cuidado de niños altamente efectivo, adaptativo e integrado que puede mejorar el apego, la comunicación, la nutrición y la eficiencia inmune del lactante gracias al aumento de la lactancia materna y al aumento de la supervisión de los padres y del afecto mutuo que acompañan a esta práctica".
Sea como fuere, la Asociación Española de Pediatría, así como otras muchas instituciones y sociedades pediátricas, entre ellas el Grupo de Trabajo para el Estudio y Prevención de la Muerte Súbita Infantil, alertan asimismo de los peligros que puede conllevar esta práctica, ya que existen numerosos estudios epidemiológicos que relacionan colecho con el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) por asfixia o aplastamiento.
En este sentido, el Comité de Lactancia Materna y el Grupo de Trabajo de Muerte Súbita Infantil de la AEP ha elaborado una serie de recomendaciones para que aquellos padres que quieran practicarlo estén informados sobre ciertas circunstancias que pueden suponer un mayor riesgo para los niños si se practica el colecho, principalmente entre los menores de 6 meses de edad.
"La forma más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres o en cunas tipo 'sidecar' que puedan unirse a la de los padres. Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante) en más del 50%", aconsejan desde su página web, donde también han elaborado un breve listado en el que contraindican la práctica de colecho en casos muy concretos: