El nacimiento de Miguel Torres Echevarría ha supuesto un tsunami emocional para sus padres. Nueve han sido los (intensos) meses que han tenido que esperar para poder verle la carita al que ya es su primer hijo en común. Para Daniella. Pero todo ha salido como esperaban. Así lo anunciaron tanto Paula como Miguel desde sus respectivos perfiles de Instagram, donde definieron al pequeño como un niño "bueno" y "sanísimo" que les tiene "felices a más no poder".
Esta mañana, mientras esperaban a que los tres abandonasen el hospital madrileño HM Montepríncipe escogido por la actriz para dar a luz, el entorno del recién nacido estaba expectante por conocerle. Mientras la intérprete y el exfutbolista se iban "enamorando" del bebé desde la soledad que obliga esta pandemia, los padres de la asturiana cuidaban la casa de lujo cuando empezó una nueva vida tras su divorcio de David Bustamante, con el que se estrenó en la maternidad.
Hace unos días, tanto Luis Echevarría como Elena Colodrón abandonaban su casa de Candás, tierra que vio crecer a Paula, para bajar a la capital y poder acompañarla en este momento tan especial. Con ellos estaba Daniella, de doce años, que aún no había tenido la oportunidad de ver en persona a Miki, como le llaman cariñosamente sus padres, dadas las restricciones que esta crisis sanitaria ha impedido con respecto a las visitas hospitalarias habituales en situaciones como esta.
Tal y como explican en el vídeo que abre esta noticia, la familia Echevarría está muy feliz por este nacimiento. Así se lo han hecho saber a la prensa, a quienes han manifestado su alegría por saber que el parto se produjo sin complicaciones y que de forma inminente recibirán a este nuevo integrante del clan en la que será su casa.
Para acompañarles, hasta la vivienda de Paula ubicada a las afueras de Madrid se ha desplazado también parte de la familia paterna del niño, concretamente su abuela (y madre de Miguel Torres) y la que ya es su tía. Aunque menos reticentes a compartir sus impresiones con los periodistas que se encuentran esperando la llegada de Paula, ambas han sido amables con los fotógrafos y se han dejado ver saludando afectuosamente a sus consuegros. Una reunión de abuelos orgullosos que en nada podrán achuchar a su nieto.