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Pau Donés fallecía hace justo un año tras una larga lucha contra el cáncer. El líder de la banda ‘Jarabe de Palo’ nos dejaba para siempre tras exprimir al máximo cada segundo de una vida que estuvo marcada por tres mujeres: su madre, su hija Sara . Semanas antes de la trágica noticia, el artista, consciente de que su cuenta atrás estaba llegando a su fin, se trasladó a su casa de Val d’Aran junto a su familia para pasar sus últimos días. “Estamos los cuatro hermanos, hijos… también vamos a ver a mi padre y amigos que me quieren ver”, explicaba a Jordi Évole en su última entrevista para el documental ‘Eso que tú me das’. Su filosofía, su capacidad de relativizar y ese valor que daba al hecho de existir marcaron un cambio de marcha para muchos que escucharon su mensaje, los mismos que ahora podrán adquirir sus camisetas solidarias para investigar la maldita enfermedad que nos le arrebató.
También estuvo allí presente la madre de su hija Sara, que estuvo muy pendiente de sus cuidados y de su estado hasta su partida. “A mi ex la conozco desde hace 43 años, que llevamos siendo mejores amigos, pero dejamos de ser amigos cuando nos juntamos como pareja, tuvimos una niña, nos separamos…”, resumía rápidamente su historia de amor para ir al meollo de la cuestión: “Pero la que me ha despertado esta mañana ha sido ella, para darme el zumo de frutas y cambiarme la medicación. ¿Qué te parece? ¿Cómo te suena? Eso es familia, eso no es pareja”, relataba orgulloso con una sonrisa en la cara.
Pau confesaba al periodista que ella, quien dio a luz a la muchacha que le enseñó a decir ‘te quiero’ “con corazón y mirando a los ojos”, se convirtió en parte de su círculo más querido. “Tengo una familia y dentro de mi familia está la madre de mi hija. Claro que ella tiene su vida, con su pareja actual, pero yo soy padre y ella es parte de nuestra familia también. Y eso es importante, porque no creo en la pareja, pero en la familia, a tope”, exponía su postura Donés a Évole, a quien admitía que le daba coraje marcharsen si haber conocido a sus nietos: “Me hubiera encantado […] pero bueno, los conoceré igual, de lejos”, afirmaba.
El intérprete de ‘Bonito’ asumía que la relación con su hija se vio dañada tras su ruptura. “Pensó que al dejar a su madre la había abandonado”, rememoraba durante esta charla antes de revelar la tajante frase con la que quitó esa idea de la cabeza. “Yo le dije que nunca en la vida”, comentó al periodista mientras enseñaba el tatuaje que se puso en los nudillos en su honor: “AMOR SARA”.
Después de dejar a un lado su faceta como cantante y con el propósito de recuperar el tiempo perdido con su niña, hizo las maletas y se fue a California para cumplir uno de sus sueños, vivir con ella a solas. Su expareja también quiso apuntarse durante unas meses a esta locura y fue “una experiencia extraordinaria”. “Se establece una manera de vivir que es imposible de conseguir en un entorno que no tengas un poquito más de privacidad”, aseguraba. Ahora, un año después de dejarnos, solo podemos estar agradecidos por cada una de sus lecciones y por todo lo que nos ha dado. Te seguimos recordando, Pau.