Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo amplían su peculiar y numerosa familia. Tras el duro golpe que recibía a finales del mes de agosto, la duquesa de Montoro se ha animado ampliar la familia y dar la bienvenida a un nuevo miembro al que ha decidido presentar a través de sus redes sociales.
La hija de la difunta duquesa de Alba no ha ocultado jamás su pasión por los animales. Hace apenas unas semanas, la aristócrata hacía frente a la muerte de su querida Pepa, la perra que adoptó su madre en el año 2013 junto a Alfonso Díez y que se había convertido en un miembro más de la familia.
Así pues, tras varias semanas de meditación y duelo, Eugenia ha decidido visitar la misma perrera ibicenca de la que no solo salió Pepa, también su querido Bocata. La hija pequeña de Cayetana Fitz-James Stuart muestra así una vez más su compromiso con los animales mientras lanza un potente mensaje a la sociedad: "Adopta, no compres".
Aunque por su posición y capacidad económica Eugenia Martínez de Irujo podría permitirse comprar animales del más puro pedigrí, la duquesa prefiere dar una segunda oportunidad a animales adultos que han sido abandonados.
Para ella en este sentido no existen las razas y cualquier animal tiene un sitio en su casa. Burros, cerdos, perros… En casa de Eugenia, que heredó esta pasión por los animales de su difunta madre, hay sitio para todos.
"Estoy Sa Coma, en Ibiza, en la perrera municipal. Como me he quedado sin mi Pepa querida, que era un amor y la adoptó mi madre, voy a adoptar a otro perrito ahora mismo", cuenta a través de sus historias de Instagram mientras se dispone a entrar en el refugio.
Tal y como imaginaba, Eugenia ha terminado enamorándose de muchos de los animales que allí se encuentran a la espera de encontrar una familia que les quiera y les cuide hasta el final de sus días.
Por el momento solamente ha adoptado a un can, Foc, que muy pronto estará en su casa mientras se resuelven los trámites. "El lunes ya estará en casa con Bocata, la otra perrita que adopté hace seis años", anuncia. No obstante, Eugenia no descarta adoptar un segundo perrito tras esta visita a la perrera, ya que ha terminado haciendo muy buenas 'migas' con Gaga, una perra adulta y algo tímida que le ha robado el corazón. "Si puedo adopto a los dos", ha dicho tras recorrer con "horror y tristeza" el centro de animales.
Tras la incorporación de Foc a la familia, Eugenia vuelve a tener diez perros a su nombre. "Cuatro en el campo, en Sevilla, y dos en Ibiza. Una de ellas, Pepa, la adoptó mi madre y ahora está muy mayor. Al otro, le puse Bocata porque come como una lima", decía hace algún tiempo en una entrevista para la revista '¡Hola!'.
"Los demás, Chocolate, Vodka, Trucho y Churri, están con nosotros en Madrid. El más camorrista de la casa es Chocolate. Lo traje de Ordes, Orense, con diez años y, ahora, tiene trece y es súper feliz", explicaba mientras revelaba el motivo por el que solo adopta perros de avanzada edad. "Porque nadie los acoge y quiero que sus últimos años sean felices. No puedo vivir sin ellos", decía.
Tal es el compromiso de la duquesa con los animales, que en 2021 llegó a ser galardonada con el Premio de Honor de Perrotón, la carrera que promueve la adopción y lucha contra el maltrato y abandono, por su "empatía y afinidad con los más desfavorecidos".