Eugenia Martínez de Irujo decidía recientemente posponer la celebración de su 53 cumpleaños. El aniversario, que siempre ha sido motivo de fiesta para la duquesa de Montoro, ha tenido que ser aplazado debido al cansancio que ha acumulado en las últimas semanas: Eugenia ha encadenado varios eventos seguidos, y acaba de volver de un viaje a Nueva York junto a su pareja. Narcís Rebollo. Pero lo que sí ha habido es una pequeña celebración íntima, una sorpresa que su hija Tana Rivera y sus más allegados le han preparado en casa y que nos ha permitido conocer en profundidad la vivienda de la aristócrata en pleno centro de Madrid. Analizamos cómo es por dentro la casa en la que vive.
Eugenia entiende a la perfección su proyección como personaje público. Pero existen ciertas parcelas de su esfera personal que suele preferir mantener al margen del foco mediático. Una de ellas es la vida de su hija Tana, a la que le gusta proteger y a quien quiere alejar de los medios de comunicación. "Que no entre en la rueda de reportajes, no me gusta nada", reconocía en unas declaraciones recientes que puedes ver en el siguiente vídeo. Y, aunque comparte de vez en cuando alguna imagen de sus rincones favoritos, la intimidad de su hogar había quedado a salvo de las miradas del público. Hasta ahora.
A la hija de Cayetana de Alba le gusta pasar temporadas en su particular paraíso ibicenco, la finca S’Aufabaguera, o en su querida Sevilla, donde vivió tras casarse con Fran Rivera, con quien mantiene una excelente relación actualmente. Pero su residencia habitual, en la que lleva viviendo desde hace dos décadas, se sitúa en uno de los barrios más céntricos de Madrid. Su vivienda es un apartamento situado en las proximidades del Palacio de Liria, la que era la residencia habitual de la Duquesa de Alba en la capital.
Con el mencionado vídeo de la felicitación, en el que Eugenia entra en casa para recibir la sorpresa de encontrarse a su círculo más íntimo, hemos podido conocerla en profundidad. Y podemos concluir que se trata de una vivienda amplísima, luminosa, y en la que Martínez de Irujo combina a la perfección la estética clásica con un estilo más moderno. Como no podía ser de otra manera, el hogar está repleto de obras de arte y de mucho color.
El salón, al que se accede desde el pasillo y el recibidor contiguos, es un espacio enormemente amplio y abierto, que se funde con la zona destinada a comedor e incluso con la cocina de la vivienda. Se trata de una habitación diáfana, de paredes blancas y suelo en parqué, que cuenta con varias columnas blancas y grandes ventanales (cerrados con estores para la ocasión, siendo iluminada por luces indirectas).
El espacio principal lo ocupan dos grandes sofás en tono crudo, dispuestos en forma de ele, a los que se suma una impresionante chaise longue beige. Enfrente, tras la mesa de centro, baja y en cristal, se sitúan una falsa chimenea empotrada (realmente repleta de velas) y el televisor, en una de las esquinas. Por todas partes se encuentran dispuestos varios elementos decorativos, como mesitas y especialmente cuadros, destacando dos espectaculares retratos colgados en una de las paredes y con iluminación propia, próximos a un gran espejo que ya habíamos visto en otras ocasiones en su Instagram.
Inmediatamente a continuación se sitúa el comedor, abierto junto al salón. La mesa, en la que Eugenia sopla las velas en el vídeo, es grande y sencilla, de madera y está cubierta con un camino de mesa en fucsia. La rodean de varias sillas blancas de formas geométricas. En los alrededores de este, más cuadros y otros elementos muy presentes en la casa de Eugenia: los ramos de flores y las plantas.
La cocina se encuentra al fondo de este gran espacio principal, y está separada de él por una pared de cristal, abierta parcialmente. De tipo americano y con mucho espacio, cuenta con la nevera, el horno y el microondas empotrados en la pared de la izquierda. La parte frontal la forma una amplia encimera, de esquina a esquina, con espacio para trabajar, vitrocerámica, fregadero y varios aparatos de cocina. En el centro del cuarto, una mesa redonda con tres sillas de madera, sobre la que cuelga una original lámpara.
Otro de los espacios más relevantes de la casa de la duquesa de Montoro es su destacada terraza. En ella hemos visto posar a Eugenia en varias ocasiones, disfrutando del aire libre con sus perros, o mostrando algunos de sus estilismos. La terraza cuenta con suelo de madera en tono grisáceo, y está rodeada por una valla de hierro forjado, tapada por varias grandes macetas oscuras llenas de plantas y arbustos. Cuenta con una mesa alargada y varias sillas para poder pasar tiempo fuera.
Se trata de un lugar amplio, con vistas a una zona arbolada correspondiente al Palacio de Liria, cuyo edificio y jardines se pueden apreciar en algunas de las fotografías publicadas. Durante la borrasca de Filomena se pudo ver a la aristócrata disfrutar de las instalaciones palaciegas. Por el otro extremo, la vivienda da a la calle y cuenta con balcón.
Además, Martínez de Irujo ha publicado algunas instantáneas en su Instagram de otros rincones. Así, hemos podido ver alguno de los dormitorios, donde Eugenia ha grabado jugando a alguno de sus perros. También las muchas esquinas en las que la aristócrata imprime su personalidad en la decoración y en las que atesora divertidos recuerdos del pasado así como innumerables obras de arte, muchas de ellas pinturas firmadas por ella misma.