Hace justo un año, a Sara Carbonero le tocó experimentar de golpe y sin avisar una revolución vital. Cuando aún no se había recuperado del susto que le produjo el infarto de miocardio que acababa de sufrir Iker Casillas, a la periodista le diagnosticaban un cáncer de ovario contra el que ha estado peleando hasta hoy. Los suyos estuvieron al pie del cañón en esta batalla. Y entre ellos cobró un papel especial Irene, su hermana pequeña, a la que ha querido hacer un homenaje valorando su entereza en aquel momento en el que les tocó invertir roles.
Ser ella la que tuviese que cuidar a Sara fue una prueba de amor. Algo que la presentadora sintió que "no le tocaba vivir" a la pequeña de la familia pero que le terminó haciendo "todavía más grande". A pesar del impacto mediático de Carbonero, Irene es una de las grandes desconocidas de su entorno. "Me ha costado un mundo encontrar una foto porque nunca quieres salir en ellas, pero hoy la ocasión lo merecía", ha asumido en este emocionante post. Pero ya era necesario dar un paso al frente y hacernos partícipes de la calidad humana de la mujer con la que se crió.
Sara Carbonero ha sentido a lo largo de este año de altibajos que su hermana ha crecido de golpe. "Hemos compartido ratos de todos los colores y salvo dos veces contadas nunca has perdido la sonrisa de la cara, esos ojos que brillan más que ningunos y se ríen aunque por dentro estés rota -le ha reconocido vía Instagram-. Una de las cosas más difíciles, cuando llegan situaciones que lo descolocan todo y te rompen los esquemas, es entender y aceptar que la vida a veces no tiene lógica, que el destino se equivoca y que aunque tendría que ser yo la que te protegiera y velara por ti, ha sido todo lo contrario".
Al igual que ya hizo con su íntima amiga Isabel Jiménez, la presentadora ha querido valorar que Irene no se haya quejado de nada mientras ella se enfrentaba al cáncer cuando tenía todo el derecho a mostrar la lógica fragilidad de un trance como este. "Siempre al pie del cañón con una palabra positiva y un buen gesto, aún cuando la espalda se resentía de las noches de sofá en el hospital, o cuando el mismo día que empezabas un nuevo trabajo llena de ilusión, me operaron y tuviste que cambiar tus planes", le ha agradecido.
En los peores momentos de su enfermedad, la hermana de Sara Carbonero siempre encontraba la excusa perfecta para que "de repente la peor de las experiencias se convirtiera en un mero trance". Por entonces quizá no era el momento de explayarse al respecto, pero ahora, "desde la calma y la perspectiva que nos ha dado el tiempo, podemos decir que lo logramos juntas, porque sin ti no habría podido", le ha dedicado.
Eso sí, esta montaña rusa no implica que se terminen las típicas regañinas de hermana mayor. "Dicho todo esto, prepárate de nuevo para mis consejos aunque no me los pidas, mis WhatsApp para ver si has llegado bien a casa, para que dejes de fumar, de morderte las uñas y un montón de cosas más. Ya no te libras de mi, no pienso soltarte la mano nunca", le ha prometido, asegurando sentir un orgullo que no le "cabe en el pecho". Para terminar esta carta que ha hecho saltar las lágrimas de sus fans, incluida Eva González, la periodista también ha querido poner en valor su papel como tía: "La mejor que mis hijos podrían tener". ¡Viva este amor fraternal!