El pasado martes, el hijo de Tamara Gorro y Ezequiel Garay era operado de estrabismoEzequiel Garay era operado de estrabismo. Según explicó su madre días antes de la intervención, el pequeño “por un ojo ve doble, eso le provoca más caídas y es molesto para él, ya lo está notando”. Pese al nerviosismo previo y tras conocer que todo había salido bien y que Antonio iba “mejorando por segundos”, la influencer y su marido han combatido el gesto que tuvieron con su hijo minutos antes de la operación.
Desde la habitación del hospital y con un parche en el ojo, la presentadora y el futbolista posaban junto a su hijo una hora antes de entrar al quirófano. “Con una super sonrisa y mamá, papá y el osito con un parche de superhéroe”, escribía la influencer. Con este gesto visibiliza que no hay que juzgar a las personas por las “diferencias físicas” que puedan tener, una reivindicación que hizo pública hace unos días a través de su canal de Youtube. “El proceso ha sido duro, lo más mínimo que le hagan a un niño es un mundo para los papás. Pero hoy amanecemos igual que ayer, con una sonrisa y confirmando lo que anoche os dije: el nene mejora por segundos. ¡Prueba superada!”, añadía Tamara para informar a sus seguidores sobre el estado de Antonio.
Al día siguiente de la operación, aún en Valencia, la influencer publicaba unos vídeos para contar a sus seguidores cómo se encontraba su hijo tras la cantidad de mensajes que había recibido: “El niño mejora por horas. Está bien, pero el día de ayer fue muy duro. Se va a recuperar de maravilla, ahora nos vamos a dar un pasito para que le dé el aire. Mañana, si Dios quiere, a Madrid. Prueba superada, a por todas las que vengan”.
Fue el pasado domingo, un día antes de la operación, cuando la familia viajó a Valencia, la ciudad donde ha sido intervenido. Tras estar pendiente de su hijo y tener cuidado de que no se tocase el ojo, la influencer se escapó cinco minutos del hospital para dedicarse un rato para ella y reflexionar. “En ese lugar que te haga sentir bien, no tengas miedo a mostrar tus sentimientos. Llora o ríe solo tú. Piensa, desahógate para bien o mal. Encuéntrate a ti mismo y da respuestas a eso que tanto te preguntas. Después ya vendrán las acciones. Pero esos cinco minutos te los mereces. Mímate”, explicaba a sus seguidores.
“Y cuando lo hayas hecho, continúa. Pero reteniendo en la mente todo aquello que has sentido en esos cinco valiosos minutos. Porque esos sentimientos son los que guiarán tu camino y, sobre todo, actitudes”, aconsejaba.