Hay preguntas que, por muchas veces que las respondas, siempre toca volver a aclararlas. Es el caso de Tamara Gorro y su situación económica desde que comenzó una relación con él hace ya diez años. A pesar de que ella por entonces se encontraba en su momento de mayor volumen de trabajo en televisión, el hecho de que su chico fuese futbolista de élite hizo que muchos diesen por hecho que su matrimonio implicaría un mejor nivel de vida para la de Móstoles.
Ahora que ambos han dado un cambio vital tras la salida del argentino del Valencia Club de Fútbol, su familia virtual se ha llegado a plantear que la nueva realidad profesional de Ezequiel Garay podría implicar alguna variación en sus cuentas. Y no. "Mi vida nunca ha dependido económicamente ni de él ni de nadie, depende de mí que llevo trabajando toda la vida y seguiré haciéndolo siempre y cuando la salud me lo permita", ha zanjado la influencer en un sincero 'questions and answers' que ha publicado en su canal de Youtube.
En este vídeo, a pesar de que aún no ha desvelado cuál será su próximo destino, ha asegurado sentirse estable en Madrid, el lugar en el que se asentarán de manera provisional. "Yo siempre he tenido mi casa aquí, y desde que construimos nuestra familia tenemos nuestro hogar aquí", ha explicado al hablar sobre su nueva residencia tras abandonar el que ha sido su hogar valenciano durante cinco años.
Eso sí, al igual que ya explicó en el pasado, tampoco tendremos house tour de la casa madrileña de Tamara Gorro y Ezequiel Garay. "Ya sabéis que nunca la voy a enseñar, ya os lo dije cuando vivía en Valencia. Es superíntimo, y aunque parezca que lo enseño todo, tengo mi parcela de intimidad. No es porque no lo veáis, sino porque habrá gente que lo quiera ver con otras intenciones, no por compartirlo conmigo", ha justificado.
Aunque este cambio no ha sido fácil de asimilar para Shaila y Antonio, uno de los puntos a favor de haber cerrado esa etapa es que ahora están cerca de la familia de la instagramer, concretamente de sus 'yayos', uno de sus principales focos de preocupación durante esta crisis sanitaria. "Me está dando respeto tener a mis abuelos cerca. No sabemos si hemos cogido el virus y me da miedo. Tenemos que vernos en espacios abiertos. Pero las cosas pasan por algo, mi yaya está bien y eso es lo importante", ha confesado con tono optimista.