Cuando Raffaella Carrá cantaba A far l’amore comincia tu o Para hacer bien el amor hay que venir al sur sabía de que hablaba. Y es que la cantante italiana conoció el amor verdadero hasta en dos ocasiones en sus 78 años de vida. Así, además de convertirse en una musa para muchos, su vida personal fue todo un triunfo. Y puede ser que este triunfo tuviera mucho que ver con la premisa de mantener sus relaciones personales alejadas de los focos. En Divinity te contamos quiénes han sido los dos amores de la vida de Raffaella Carrá.
Su primer amor fue Gianni Boncompagni, un hombre muy conocido en Italia y bastante polifacético: trabajaba como director, escritor, en la radio, en la tele y hasta como autor de alguna de las canciones de la Carrá. Fue con él con quien la cantante compartió un amor que duró algo más de diez años. Entre ambos había una diferencia de edad de once años. Gianni falleció en 2017 a los 84 años de edad.
Su segundo amor fue Sergio Japino, su coreógrafo. Con él también estuvo durante diez años, pero su amor lo vivieron alejado de las cámaras. Tal era su secretismo que ni la prensa se enteró que habían roto. Por eso, cuando se publicaron unas imágenes de Raffaella con otro hombre saltaron las alarmas y fue ella misma quien salió a aclarar su situación sentimental. “Sergio Japino y yo hemos decidido vivir nuestros caminos por separado sin dejar de estar profundamente conectados”, explicó.
Además, tras romper, mantuvieron una estupenda relación. “Raffaela y yo estamos unidos en el alma. Somos más que hermanos, tenemos la misma sangre, no sé cómo decirlo. Una historia de amor normal es muy pequeña comparada con la que tenemos”, comentó el tras las declaraciones de la cantante. Es por tanto que mantuvieron esa relación de amistad con el paso de los años y, también, profesional. Tanto es así que él fue el encargado de comunicar la muerte de la artista a la agencia italiana Ansa.
Además de sus relaciones con Boncompagni y Japino, Raffaella vivió diferentes experiencias amorosas durante su vida, unas relaciones que no vieron la luz ya que ella misma contó que jamás iba a revelar. Carrá fue preguntada durante mucho tiempo sobre si estaba interesada en la maternidad. Ella contó que, probablemente, no había encontrado a la persona adecuada para ello. Aún así, siempre sentía a sus sobrinos muy cerca.