El nombre de Raúl González Blanco es uno de los más conocidos de la historia. El futbolista tiene en su haber una infinidad de premios y reconocimientos, lo que ha hecho que, para muchos, sea el mejor deportista del mundo. Eso sí, su carrera no hubiera sido posible si no hubiera contado con el apoyo de su mujer y sus cinco hijos.
Fue en 1997 cuando el futbolista conoció a la que sería la mujer de su vida, la modelo Mamen Sanz. Por aquel entonces, ella trabajaba como camarera en un bar y él triunfaba en el mundo del deporte. Desde aquel momento, ambos comenzaron una relación de lo más discreta, donde ella siempre estaba apoyándole en todos sus partidos.
El primer hijo de la pareja vino al mundo en el 2000 y le llamaron Jorge. Dos años después nacería Hugo y en el 2005, Héctor y Mateo. La última que vino al mundo fue María, a quienes sus padres le dieron la bienvenida en 2009. Así, la familia siempre se ha mantenido muy unida, incluso por las exigencias laborales de él que le han hecho moverse de una punta del mundo a otra. Tras su retirada decidió quedarse a vivir en la ciudad de Nueva York, donde reside a caballo entre Estados Unidos y España.
El hijo más conocido de los cinco es Jorge, el mayor, quien siempre ha querido seguir los pasos de su padre y comenzó a jugar al fútbol cuando era muy joven. Además, se llama así en honor a Jorge Valdano, el primer entrenador que tuvo su padre.
Jorge es un chico bastante discreto y sí que sabemos que en la ciudad de los rascacielos comenzó y terminó sus estudios de Secundaria. Además, la familia vivía en un espectacular piso muy cerca de Central Park, por lo que en su tiempo libre, Jorge salía a hacer deporte por esos pulmones de Nueva York.
En ese momento, Jorge jugaba en los Rams, el equipo de fútbol de su instituto. Cuando regresó a Madrid comenzó a jugar en el colegio SEK de San Sebastián de los Reyes. Entre sus amigos, en la capital, se encuentran hijos de famosos como Fernando Morientes o Alfonso Álvarez-Cascos. Otra de sus grandes pasiones es el mundo del toreo y entre sus referentes se encuentra Enrique Ponce.
Por su parte, su hermano Hugo también lleva una vida de lo más discreta. Y, además, es un apasionado del fútbol. Es por eso que, a sus 19 años, está inscrito en la Real Federación de Fútbol de Madrid.
Los otros tres hermanos son todavía menores de edad, por los que tanto Raúl como su mujer se encargan de que tengan una vida de lo más normal alejados, en la medida de lo posible, de los focos.