El antes y después de Harry Styles: así ha cambiado el cantante desde sus inicios con One Direction

Ahora es todo un icono, del mundo de la música y también de la moda, aunque Harry Styles también ha probado suerte en la interpretación. A punto de cumplir los 30, poco queda del chaval que se presentó a un concurso de música con 16 años, confesando que trabajaba en una panadería, y acabó convertido en una estrella. 

Porque aunque es conocido por ser uno de los miembros más queridos de One Direction, y uno de los que más proyección en solitario ha tenido, lo cierto es que ese no era su plan cuando se presentó a la audición. 

Él lo hizo en solitario y aunque durante mucho tiempo se señaló a Simon Cowell como responsable, ahora se sabe que la visionaria fue Nicole Scherzinger. Ella propuso que los chicos se juntaran y formaran un grupo, sin duda una de las mejores ideas que se ha visto en ‘The X Factor’. A pesar del éxito posterior, no ganaron, quedaron terceros, pero eso no impidió que se convirtieran en el grupo del momento hasta su disolución. 

Harry Styles: el antes y el después de una estrella

Hemos podido ser testigos de cómo este adolescente florecía y despuntaba. Cómo todas las mirabas se posaban en él y en sus looks casi desde el principio, a pesar de estar acompañado por otros cuatro compañeros sobre el escenario. Su carisma es innegable, así como su talento, que le han convertido en un artista polifacético y exitoso, también muy deseado. 

Harry ha pasado de ser el novio que toda madre querría para su hija a ser el novio que todas querrían para sí mismas. Styles abandonaba los estilismos más clásicos propios de su herencia británica y comenzaba a jugar con la moda, se atrevía a introducir prendas más alternativas y dejaba que su melena cobrara vida propia. Camisetas con escotes cada vez más amplios y, desde 2013, también comenzaban a verse los primeros tatuajes en su piel. 

Los momentos finales de la banda, en torno al año 2015, fueron también un momento ideal para que los integrantes descubrieran su propio estilo, musical y estilístico. Sus looks comenzaron a ser más atrevidos, más arriesgados, un poco más locos, como el propio artista, que iba aprendiendo a sentirse confortable en su piel y a descubrir hacia dónde quería encaminar sus pasos. Porque la música ha sido siempre su destino, incluso optando por dar un paso a un lado en el mundo de la interpretación, faceta donde en estos últimos años parecía moverse con comodidad. 

Su estilo ha seguido cambiando, como el propio artista, ahora se atreve con estampados atrevidos, con estilismos no binarios e incluso con prendas más femeninas que en otros artistas son criticados y en él alabados. Una seguridad en la moda que no siempre va pareja a su seguridad en la música.

Confesó hace tiempo que se planteó su papel en la industria tras ver la frescura y la energía de Billie Eilish. Había pasado tanto tiempo preocupado por gustar a todo el mundo, por no parar, que no estaba satisfecho con su carrera. Por suerte esto fue para él una llamada de atención que supo escuchar y ahora está volcado en su faceta más creativa.