Victoria Federica de Marichalar y Borbón es nuestra royal influencer oficial. Hemos asistido a cómo la hija de la Infanta Elena pasaba de ser una niña y adolescente casi en segundo plano para la opinión pública a convertirse en todo un fenómeno mediático. Si en un primer momento vimos cómo empezaba a despertar interés su estilo fresco y su aire discreto, pronto asistimos a una transformación que la ha convertido en un personaje más que popular en redes, eventos y publicaciones de moda y sociedad. Repasamos el antes y el después de Victoria Federica, en el que apreciamos un cambio de estilo y actitud incuestionable.
Los que imaginaron que Victoria Federica, en el momento en el que empezase a vestirse con la libertad propia de una adolescente, iba a ser una pija tradicional, se equivocaron. Sin duda, la influencia de su padre, Jaime de Marichalar, ligado desde siempre al mundo de la moda, había calado en su hija. Sorprendía verla con su larga y característica melena con un aire descuidado, y vistiendo con un estilo boho que llegaba a ser, en ocasiones, extremadamente relajado.
Su estilo ya había captado la atención de todas las miradas, pero a Victoria Federica aún le faltaba por dar un paso al frente para mostrar su capacidad para jugar con la moda más actual, apostar por estilismos arriesgados y lograr looks sofisticados e impecables.
El pelo largo, larguísimo, y sin capas de Victoria Federica es una de sus principales señas de identidad. La veíamos llevarlo con total despreocupación suelto, siempre con la raya en medio o recogido en coletas de manera muy casual.
Ahora la royal muestra una melena mucho más cuidada, alisándola o marcando sus ondas, sin rastro del frizz que lucía de adolescente.
Pero donde de verdad lo peta es con sus recogidos. Domina la coleta y los moños depurados como nadie, y en ocasiones arriesga con trenzas tipo burbuja que le sientan de maravilla.
Hay acuerdo, por lo evidente que resulta, que Victoria Federica se ha sometido a algunos retoques estéticos. También hay acuerdo en que estos retoques son muy favorecedores, consiguiendo un resultado natural, fresco y muy acorde a su edad.
Ahora su nariz está muy perfilada y ligeramente más elevada, ha aumentado sus pómulos y labios, y ha rediseñado la forma de sus cejas. Con los rasgos armonizados y el buen hacer con el maquillaje al que ya se ha habituado, lo cierto es que siempre luce espectacular.