Gracias a su trabajo, Yolanda Díaz se ha convertido en uno de los miembros más destacados del gobierno de coalición. Vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social durante la primera legislatura del ejecutivo comandado por Pedro Sánchez, se convirtió en candidata de Sumar a la presidencia del Gobierno en las pasadas elecciones del 23 de julio, revalidando ahora su cargo como vicepresidenta y ministra en el nuevo gobierno que se acaba de designar en las últimas horas.
Es conocida su faceta pública, su discurso calmado y sus respuestas llenas de datos, siempre a mano cuando tiene que plantarle cara a un oponente. Es menos conocido su lado más personal, ese que trata de cuidar con celo y mimo y de la que muestra pequeñas pinceladas en sus redes sociales.
No es un secreto que Yolanda es gallega, nació en Ferrol (La Coruña) en 1971, su acento la delata, pero también su amor por su tierra, que deja salir siempre que puede. Está orgullosa de sus raíces y no lo oculta, siempre que puede, regresa allí y se recarga de energía positiva junto a su familia y amigos de siempre.
Su vida ha estado rodeada de política, su padre, Suso Díaz, es un histórico sindicalista, militante en el PCE en la clandestinidad y Secretario General de Comisiones Obreras. Así las cosas, no es raro que sus recuerdos de infancia estén llenos de los “camaradas comunistas” que solían desfilar por su casa y que todavía recuerde cuando Santiago Carrillo le besó la mano cuando tenía cuatro años, tal y como reveló en una entrevista para ‘El País’.
Su madre, Carmela, fallecía de manera repentina en 2013, a los 66 años de edad, un golpe muy duro para Yolanda. De ella parece guardar un grato recuerdo y siempre que puede comparte imágenes juntas en su cuenta de Instagram, también le dedica bellas palabras, dejando claro que siempre la tiene muy presente.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela, llegó a abrir su propio despacho, pero dejó su carrera aparcada para dedicarse de lleno a la política. La política siempre ha formado parte de su vida, pero no lo es todo para ella, la familia que ha formado junto a Juan Andrés Meizoso es su prioridad.
Con Andrés comparte su vida desde hace mucho tiempo, la pareja se casaba en 2004 en una ceremonia civil nada convencional, porque la novia, en lugar de optar por el tradicional vestido blanco, seleccionó uno de color rojo. El novio llevó un traje de color crema.
Se conocieron cuando ella todavía era estudiante y él siempre ha apoyado la carrera política de ella, que comenzó a despegar un año después de su boda. Durante un tiempo la pareja no pudo convivir, el trabajo de Yolanda hizo que tuviera que mudarse a la capital, donde finalmente se instalaban todos juntos en 2021, cuando Andrés consiguió un trabajo de delineante. De él dicen que es un gran cocinero.
Juntos tienen una hija, Carmela, llamada así en honor a la madre de Yolanda, que fallecía un año después del nacimiento de la pequeña, que ahora tiene 11 años. Llegaba al mundo un 8 de marzo, Día de la Mujer, motivo por el que este día es doblemente especial para ella y por el que no suele acudir a las manifestaciones, prefiere celebrar el cumpleaños de su hija con ella. Su hija es su prioridad y siempre que puede, pasa tiempo a su lado, hacen planes juntas y disfrutan de su mutua compañía.