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Contra viento y marea, Marta Pombo y Luis Giménez se casaban en septiembre de 2019, un enlace celebrado entre rumores de crisis porque, pocas semanas antes del gran día, se filtraban unas imágenes en las que parecía verse a Luis muy cercano a una mujer que no era Marta.
La influencer entró en cólera, sobre todo tras recibir infinidad de comentarios, y no dudó en poner toda su confianza en quien había sido su pareja los últimos años, acusando a todos los que hablaban y confirmaban este tema de mentir y querer hacer daño. Llegó a grabar un vídeo acusando e insultando muy duramente a estas personas.
Así, como decimos, la boda se celebró donde y cuando tenían previsto, en el Santuario de Nuestra Señora de Latas en Somo (Cantabria). Un romántico enlace al que no faltó nadie y donde todos pudieron disfrutar de una divertida cita con el amor. La pareja se decidía a dar este paso tras ocho años de relación, una pedida de mano que anunciaban a los cuatro vientos en sus redes sociales.
Antes de la boda ya existían rumores de crisis y estos no pararon de sonar después. La pareja se tomó un tiempo alejados de redes y esto hizo que los rumores sobre su relación surgieran de nuevo, desde el final de su historia hasta un posible noviazgo. Tras dos meses de silencio y un año después de casarse, confirmaban que habían decidido poner fin a su matrimonio.
“Como ya sabéis, Marta y yo hemos decidido darnos un tiempo. No se trata de un enfado ni una rabieta ni nada de eso. Se trata de buscar la felicidad, una felicidad que a día de hoy no éramos capaces de darnos”, escribía Luis en sus redes, una información que confirmaba Marta en las suyas propias a través de un vídeo.
“No nos estábamos haciendo bien y lo necesitábamos. Nos queremos muchísimo. Somos muy importante el uno para el otro en nuestra vida”, decía la influencer, quien también pedía “el mayor de los respetos porque lo necesitamos los dos muchísimo. Necesitamos este respiro de tanta crítica y tanta maldad porque los mensajes que nos han llegado son muy duros y por muy fuerte que seas, al final te acabas derrumbando”.
Se acababa su matrimonio, pero no su relación porque sus vidas continúan unidas por su negocio, TipiTent, empresa de ropa que formaron Marta y María junto a sus respectivas parejas y en la que trabaja Luis haciéndose cargo de la parte del marketing. Durante bastante tiempo la relación entre ellos fue tensa, pero parece que la vida les ha ayudado a que las cosas se calmen.
Ahora Marta tiene nueva pareja, Luis Zamaolla, con quien ha sido madre, y Luis también parece estar viviendo su vida a su manera. Continúa su labor en Tipitent, pero también trabaja para la agencia de marketing El Becario, desde donde se encargan del diseño web, de sesiones de fotos o de gestionar redes sociales. Es un apasionado del surf, de la naturaleza y de la playa, de los viajes a lugares paradisiacos y de pasar tiempo en familia, sobre todo con su perro Avalon.