El año 1999 cambió para siempre la vida de Lorena Bernal, porque fue el año el que se convirtió en la mujer más guapa de España. Convertida en flamante Miss España, supo aprovechar su reinado para comenzar una carrera en el mundo de la moda y la televisión que la llevaría más lejos de lo que nunca soñó.
Ahora su vida es muy diferente, ha pasado el tiempo y ella ha sabido encontrar su lugar junto a su familia y apartada de la vida pública, a la que emerge en ocasiones especiales, como para recibir el premio Mallorquines de Verano, que comparte con su marido, el exjugador de fútbol Mikel Arteta.
Durante un tiempo, Lorena estaba en todas partes, raro era encender la televisión y que ella no estuviera presente de una forma u otra. Sin embargo, con el tiempo las cosas se han ido calmando y ahora puede disfrutar de una vida más tranquila en Reino Unido, donde vive desde hace más de dos décadas.
No es de extrañar que este sea el lugar en el que se han instalado, sobre todo teniendo en cuenta que Mikel, con quien se casó en 2010, es actualmente entrenador del Arsenal. Ha vivido en muchos lugares, su carrera incluso le llevó a Estados Unidos, donde ha trabajado como actriz, pero una parte de su corazón siempre estará en España.
De hecho, no es raro ver a la familia al completo disfrutando de sus vacaciones de verano en Mallorca, motivo por el que les dieron el premio antes mencionado. “Conocí la isla antes que él”, explicaba Lorena haciendo referencia a su marido en una entrevista recogida por Diario de Mallorca. “Hice muchos amigos, por lo que cualquier trabajo que surgía aquí decía que sí. Traje a Mikel y es uno de los lugares fijos que tenemos como familia. Venimos todos los años”.
Palma es un lugar especial para toda la familia, sus dos hijos pequeños nacieron en este lugar. Gabriel, Daniel y Oliver son sus grandes amores y ellos son su prioridad, algo que supone para ella un reto, teniendo que dedicar tiempo también a otras facetas de su vida. “Compatibilizar la vida personal, familiar y profesional, ya que es bastante complicado dedicar el 100% de la energía”, explicaba en la misma entrevista.
“Hace unos años, tras nacer Gabriel, decidí darle prioridad a mi condición de madre y esposa. No quiero compaginar un trabajo constante con una vida familiar. Por eso, selecciono trabajos con los que me sienta identificada y que no me quiten mucho tiempo”, explicó poco antes del nacimiento de su segundo hijo en una entrevista.
Este fue el motivo por el que decidió dejar su carrera profesional en un segundo plano, pero no olvidada. De hecho, siempre que el proyecto le parece interesante y su agenda se lo permite, se muestra dispuesta a presentar su rostro y experiencia; por ejemplo, ha ejercido como embajadora de Global Gift, la ONG de la actriz Eva Longoria.