Están a punto de cumplir 25 años juntos y sienten que están viviendo su mejor momento. Era 1999 cuando un jovencísimo Mario Vaquerizo comenzó a trabajar en Subterfuge, la discográfica en la que se convirtió en el "promocionero" de Fangoria. El roce hizo el cariño y unos meses después comenzaron una relación secreta que terminó con una boda en Las Vegas. Sin embargo, aquella noticia que quisieron dejar en su intimidad se hizo pública y ese mismo día Mario fue despedido de la empresa en la que trabajaba. Todo lo demás es de sobra conocido: su grupo musical con las Nancys Rubias, su representación a cantidad de rostros conocidos o los programas en los que participa son solo algunas de las fuentes de ingresos del artista.
En una charla con Vicky Martín Berrocal en el podcast 'A solas con...', el marido de Alaska ha hablado por primera vez de su situación económica. Tras confesar que le gusta "mucho" el dinero y que trabaja un montón porque disfruta ganándolo, el artista ha contado que le encanta tener "seis casas en Gran Vía" porque es el sueño que ha tenido desde que era pequeño. "Yo venía a los cines de Gran Vía y pasaba aquí el sábado. Antes no estaba tan globalizada y yo decía que quería tener un piso ahí. El primer piso me lo compré con Alaska y ahora tengo seis. Creo en el ladrillo", ha contado.
Se considera "muy hormiguita" con su economía, pero también un disfrutón gastándoselo. Mario ha recordado que le criticaron por gastarse 25 mil euros en cazadoras de Balmain, unas cazadoras que se compró con su dinero "porque le dio la gana" y que mantiene a día de hoy porque son de buena calidad y no se basa en las modas.
Entre las confesiones que ha mantenido con Vicky Martín Berrocal, Mario ha contado que se ha comprado la portería de su edificio y la ha convertido en un vestidor. Su plan a futuro es conseguir el edificio entero porque, cuando sean mayores, quieren hacer un hotel en plena Gran Vía, el lugar en el que viven actualmente. "Queremos quedarnos nosotros con la casita rosa y que el resto sea un hotel. Cuando tenga 80 años no voy a seguir con las Nancys Rubias, tengo que pensar en otras cosas. Es por la tranquilidad del futuro. Queremos el edificio y los dos locales de abajo", ha explicado el artista.
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