Lola Moreno, más conocida como Lola Lolita, se ha convertido en una de las influencers más aclamadas de nuestro país. A sus solo 21 años, acumula casi 12 millones de seguidores en TikTok y Forbes le ha nombrado la mejor creadora de contenido. Sin embargo, a pesar de su gran popularidad, sus inicios en las redes sociales no fueron los mejores a nivel personal como consecuencia de las críticas que recibió por parte de su entorno.
Lola Lolita ha sido la última invitada de ‘A solas con…’, el podcast de Vicky Martín Berrocal. Allí ha confesado algunos aspectos de su vida que, como consecuencia de su gran naturalidad, para más de uno podrían ser totalmente inesperados y es que ha reconocido experimentar un “pánico escénico muy fuerte que espera superar”: "Siempre he sido vergonzosa y tímida… No sé gestionar mis emociones ni sé cómo comportarme realmente. Los nervios pueden conmigo. Lo paso muy mal”.
Sin embargo, cuando todavía no alcanzaba la mayoría de edad, la alicantina comenzó a subir sus primeros vídeos a las plataformas por pura diversión: “Soy una chica joven que empezó a subir vídeos con el iPhone 6 de mi padre. A los 18 cobré mi primera campaña”, ha confesado sobre lo que posteriormente se convirtió en su trabajo.
Es entonces cuando empezó a recibir beneficios gracias a su compromiso con las redes sociales y consiguió toda una legión de seguidores aunque aquella no supuso una época fácil para Moreno, que tuvo que enfrentarse al bullying que sufrió en el colegio: "Fui el hazmerreír, me abucheaban", ha expresado sobre sus compañeros, de los cuales ningún otro se dedicaba a lo mismo que ella.
A pesar de ello, la creadora de contenido quiso traspasar las fronteras de lo digital y publicó su primer libro a los 17 años, algo que se convirtió de nuevo en motivo de burla para los de su alrededor: "Toda mi ciudad hizo un complot en redes sociales, poniéndome fina, publicando que ‘cómo una niñata podía estar haciendo eso’. Me quería morir", se ha sincerado.
A día de hoy, a través de la que se ha convertido en su fuente de ingresos continúa recibiendo decenas de críticas que le han llevado a contar con la ayuda profesional de un psicólogo ya que, aunque reconoce que no les da tanto valor como antes, siguen afectándole: "Te mentiría si dijese que no me importa. A día de hoy me sigue importando, pero no le doy tanto valor. Aprendes a vivir con ello”, ha contado a Berrocal.
Además de los comentarios externos, también ha aprendido a lidiar con su “autosabotaje”: “Siempre me he comparado con otras porque creo que no valoro lo que soy o lo que tengo. Siempre intento menospreciarme y está mal". A pesar de todo lo anterior, reconoce que está “feliz” y se siente llena con lo que comenzó siendo un hobby y ahora se ha convertido en su trabajo.