Si por algo se caracteriza Alba Díaz es por ser todo un libro abierto en sus redes sociales. La creadora de contenidos se diferencia en el universo 2.0 por su naturalidad y espontaneidad, su sello distintivo. Más allá del peso de su apellido, la joven se ha ganado, en tiempo récord, formar parte del escalafón de las mejores influencers de nuestro país y prueba de ello son las cifras que maneja ya que, solo en su cuenta de Instagram, tiene más de cuatrocientos mil seguidores. La hija de Vicky Martín Berrocal y 'El Cordobés' muestra parte de su vida en esta ventana pública y, además de publicar la mejor cara de las redes, también comparte la cara B de su fama, como ha ocurrido en las últimas horas debido a un bache de salud. ¡Te lo contamos!
A primera hora de la mañana, la joven ha dado los 'buenos días' a sus followers contando que no había pasado la mejor noche de su vida: "Llevo vomitando toda la noche, en qué momento le digo ayer a un amigo que estaba malito de la tripa: "yo me cambiaba por ti, que mañana tengo un evento y me vendría bien limpiarme, un detox (se lo dije de risas)". Bueno pues para que veáis que la importancia de lo que proyectamos. No puedo ni beber agua porque lo he devuelto todo".
Horas después, y con la esperanza de recuperarse para un evento importante que tenía este 3 de mayo, la joven ha reaparecido diciendo que "sigue sin poder beber ni comer nada" y lo que ha hecho para intentar combatir este malestar: "Me he dado una ducha sentada en el suelo porque me estaba mareando muchísimo, pero he pensado que me venía bien. Con estas cosas, que son tonterías para lo que sucede hoy en día, te das cuenta de lo importante que es la salud y cuidarse... No por una cuestión física, para verte mejor, si no por tener los nutrientes necesarios para poder rendir y crear una barrera por mínima que sea".
Una vez más, Alba ha vuelto a hacer una reflexión sobre los límites de cada uno y su ejemplo personal: "Me pongo mala cada dos semanas desde hace tres meses pero mira, sinceramente me siento agradecida de que solo sea esto... He tenido que cancelar el evento, me he puesto a llorar como si tuviera 5 años por haber fallado, parece que lo tengo todo controlado cuando hablo o reflexiono por aquí, pero he estado 7 horas para entender que si mi cuerpo no puede, no puedo forzarlo".
Finalmente, aunque ha tratado de ser positiva, se ha sincerado diciendo que, por estar en este estado, suele "machacarse" mucho: "Me machaco porque pienso que he defraudado tanto a los organizadores del evento, como al maquillador, como al estilista, como a mi agencia como a mi. No siempre soy tan fuerte, pero todo es un proceso. A la vez caigo y me pongo mala, tengo mucho tiempo para pensar y no paro de darle vueltas al coco. Pero bueno, todo pasa por algo.