Hace casi cuatro años que Dani Rovira, a través de sus redes sociales, comunicaba la noticia más importante de su vida: se había curado de un linfoma de Hodgkin. El 2020 sería un año de grandes retos para el actor que, además de confirnarse como el resto del mundo tras la llegada del coronavirus, justo le detectarían esta enfermedad de la que, a día de hoy, habla abiertamente con el fin de rompen tabúes. Si por algo se caracteriza el intérprete es por su hermetismo a la hora de pronunciarse sobre su vida privada. Sin embargo, cuándo le diagnosticaron el linfoma, utilizó esta plataforma social para contar su testimonio en primera persona. Ahora, cuatro años después de haberse curado, el de Málaga ha recordado cómo fue ese duro episodio de su vida y cómo le marcaría. ¡Te contamos todos los detalles!
A lo largo de estos años, tras haber superado el linfo a de Hodgkin, Rovira ha hecho varios proyectos que tienen que ver con la vida: desde un monólogo que ha dado la vuelta al país hasta la Fundación Ochotumbao -que lleva mano a mano con su expareja, Clara Lago, con la que siempre ha mostrado tener una buena relación-. Ahora, el actor vuelve a escena de la mano de una película en la que intrepretará a un profesor de música al que le diagnosticado un cáncer.
Ha sido en una entrevista concedida en 'La Vanguardia', en donde ha desvelado cómo se ha sentido en este papel y las emociones que le ha hecho revivir cuatro años después de haberse curado: "Mientras lo vives estás volcado en sobrevivir y no te surgen reflexiones. Las fichas se cayeron luego, en mi caso. Una hostia vital así te lleva a reflexionar sobre muchas cosas".
En el medio mencionado, el intérprete de 'Ocho apellidos vascos' ha explicado que, durante el tiempo en el que estuvo inmerso en el tratamiento se dio cuenta que "no hay que dar tanto la vida por hecho": "Yo estuve seis meses muy jodido, escalando una montaña, sin saber si llegaría o no. Si logras subir, las vistas son la hostia. Es que no hay que dar por hecho la vida".
Como adelantábamos, durante seis meses Dani Rovira tuvo que luchar contra un linfoma de Hodgkin. Un momento de incertidumbre para él que supuso un aprendizaje vital: encontrar le felicidad en lo cotidiano, tal y como redactó en la publicación de su cuenta personal en la que comunicaba que había superado el cáncer: "Estoy enamorado de la vida. No soy mejor que nadie pero, de lo que estoy seguro es de que el Dani que ha llegado a la cima, es infinitamente mejor que el que hace un año andurreaba por llanuras sin importancia".