El pasado agosto, Daniel Sancho fue detenido en Taliandia por su presunta implicación en el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Tras una confesión inicial y varias versiones sobre lo sucedido, finalmente el chef acabó declarándose inocente del mismo, esgrimiendo que la muerte se produjo de forma accidental tras una pelea y admitiendo, eso sí, su culpabilidad en otros delitos de los que se le acusa, los de ocultación del cuerpo y destrucción de su documentación. La noticia revolucionó la actualidad entonces, y ha mantenido la atención sobre él, y su entorno, muy especialmente su padre, Rodolfo Sancho. El actor ha hablado ahora sobre el impacto del caso en su vida personal y profesional.
El juicio por el que se dirimirá el grado de responsabilidad de Sancho en el asesinato de Arrieta finalizó el pasado mes de mayo, tras varias semanas de la fase de juicio oral, quedando visto para sentencia. Se prevé que será el próximo 29 de agosto, casi un año después de que se cometiese el crimen, cuando se produzca la lectura completa de la resolución, para la que la fiscalía solicitaba pena de muerte.
Lo sucedido en los pasados once meses ha puesto el foco sobre la vida del joven y, de forma destacada, su entorno más próximo. En concreto, sus padres, Rodolfo y Silvia Bronchalo, separados desde hace años y sobre cuya relación actual se ha hablado mucho cuando comenzaron a viajar al sudeste asiático para poder ver a su único hijo en común en la cárcel tailandesa de Koh Samui, donde por ahora cumple prisión provisional. La prensa ha buscado activamente declaraciones y reacciones de ambos con cada una de las novedades e informaciones relativas al proceso judicial de su hijo.
El intérprete, hijo de Sancho Gracia y un rostro muy conocido de la escena española gracias, principalmente a su trabajo en distintas series de televisión de éxito, había mantenido una cierta distancia, limitándose casi exclusivamente a comunicados o declaraciones de sus abogados, evitando profundizar en los detalles y esquivando las preguntas personales de la prensa cada vez que era interceptado en España o en Tailandia. Todo daba un giro en abril, cuando intervenía en un documental de HBO Max sobre el caso de Daniel, y su progenitor hablaba largo y tendido respecto a distintos temas relacionados con su hijo, como su situación actual o qué relación mantenían hasta su detención.
Y ese mencionado hermetismo ha vuelto a romperse ahora al conceder una entrevista al diario El Mundo, en la que repasa su carrera y aborda también algunas cuestiones derivadas de la fama que le rodea desde hace décadas. Sancho admite no entender que su vida privada genere interés por el hecho de ser un intérprete conocido. "Hay actores que hacen negocio con su vida personal. No es mi caso", señala, lanzando al aire una pregunta: la de por qué se puede hablar de su vida por el hecho de que, de adolescente, decidiese trabajar en este mundo.
Rodolfo reconoce que la situación de su hijo no ha tenido un impacto negativo en su trato con el público, reconociendo que la gente es amable con él y que suelen mandarle mensajes de ánimo o compadecerse de él por la presión mediática, cargando contra un tipo de prensa "muy determinada que distorsiona y tergiversa todo, que inventa sin pudor".
También se ha sincerado sobre la posibilidad de que lo sucedido con Daniel pueda tener consecuencias en su carrera profesional. Sancho reconoce que es "difícil" saberlo, pero cree que no le afectará, admitiendo que no ha dejado de tener propuestas en los últimos meses: "En todo este tiempo tuve que decir que no a una serie, pero fue por un problema de tiempos. Lo importante es que me ofrecieron el trabajo", ha revelado.