Las redes sociales han servido a las celebrities como herramientas en distintos ámbitos. En lo profesional, son un terreno no solo en el que han surgido muchas caras conocidas, sino también en el que otras pueden promocionar y difundir sus proyectos. En lo personal, han permitido que los vips se acerquen a su público y compartan cómo es su día a día y sus novedades con ellos. Pero el lenguaje digital lleva intrínsecas una serie de limitaciones que, en más de una ocasión, han dado lugar a interpretaciones erróneas y equívocos. Es lo que le ha sucedido recientemente a Sara Carbonero, que ha tenido que pronunciarse tras la confusión generada con su última fotografía en redes, que había preocupado a su público.
La periodista es una usuaria muy activa en Instagram desde hace años. Generalmente, la manchega ha optado siempre por imprimir un aplaudido estilo abstracto y reflexivo a su perfil, con publicaciones pausadas y frases etéreas e introspectivas para compartir con sus tres millones y medio de seguidores su faceta laboral y, muy especialmente, su parte más personal. Esa que incluye a su familia y amistades, así como las palabras y pensamientos más sinceros sobre sí misma.
En las últimas horas, Carbonero, como es habitual, ha compartido un buen número de historias en su Instagram. Entre ellas, algunas citas de otros autores que considera acertadas, pero también imágenes de sí misma. Unos días después de haber mostrado por primera vez una cicatriz que cruza su abdomen, al hacer pública una sesión de fotos de la marca Slowlove, que creó hace años junto a su amiga Isabel Jiménez, Sara ha vuelto a mostrarse en redes, en distintas fotografías de cuerpo entero, luciendo distintas prendas frente a un espejo, en un ropero.
Además, ha subido una última fotografía que ha generado un cierto revuelo, como ella misma ha revelado posteriormente. Se trata de una imagen en la que se puede ver parte de su brazo izquierdo, con parte de este y su mano parcialmente cubiertas con una tela blanca. Al verla, algunos de sus seguidores han entendido que la presentadora había sufrido alguna lesión o problema de salud, y que le habían escayolado la extremidad superior para inmovilizarla.
Vistos los comentarios que estaba recibiendo, la de Corral de Almoguer ha optado por eliminar la fotografía de sus historias de Instagram. Y minutos después la ha sustituido por una nueva, con el mismo fondo y unas palabras sobreimpresas aclarando qué es lo que ha sucedido realmente. La imagen no se trataba más que de una forma de presumir y lucir una prenda de ropa que ha adquirido y le gusta especialmente, pero parte de su parroquia digital había encendido las alarmas en relación con el estado de salud de la periodista.
"Que he subido esta foto con una camiseta nueva de COS que me tiene "loca" y me encanta el momento abertura en los dedos", ha escrito en relación a la curiosa manga de la prenda. "Y me escribe una amiga (no diré el nombre), que qué me ha pasado y que si todo bien con la escayola", ha reconocido, añadiendo un par de hashtags en la publicación. "Toda la razón" y "la moda", ha escrito, tirando de sentido del humor.