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Hace más de cuatro décadas, Juan Echanove daba sus primeros pasos en la interpretación con ‘El caso Almería’, el film en el que compartió escena con Antonio Banderas. Desde entonces, son más de cincuenta las películas, así como numerosas series y obras teatrales, que ha protagonizado y le han consolidado como uno de los actores más relevantes a nivel nacional. Es por ello que, tras la multitud de apariciones públicas que ha protagonizado a lo largo de los años de trayectoria que acumula a sus espaldas, ahora ha llamado la atención su cambio físico el cual, sin embargo, comenzó mucho tiempo atrás.
Esta semana, Juan asistía a los Premios Ópera XXI celebrados en el Teatro de la Zarzuela de Madrid acompañado de su mujer, la Miembro de la Junta Directiva de la Real Academia de Gastronomía, Cuchita Lluch. Allí, recibía un galardón por la dirección teatral de la zarzuela 'Pan y Toros', razón por la que no dudaba en lanzar a través de sus redes sociales un discurso de agradecimiento: "Espero a partir de ahora estar a la altura de este reconocimiento. Gracias a todos los que me ayudáis a desarrollarme en este mundo y en esta profesión a la que dedico mi vida", señalaba.
El actor ha acompañado su publicación de una fotografía capturada en la gala de los premios en la que puede apreciarse un aspecto físico distinto al que mostraba hace unos meses. Sin embargo, su cambio de hábitos comenzó mucho antes, concretamente hace más de cinco años.
Sobre ello se pronunciaba ya en una entrevista concedida en 2021 a ‘ABC’, donde hablaba sobre la bajada de peso que había experimentado desde el confinamiento por el covid-19 un año antes: "He perdido 20 kilos. Para adelgazar he comido lo justo, he estado muy activo y tengo una relación absoluta con la báscula, que es la que manda", confesaba, haciendo alarde así de la transformación que había introducido en su alimentación, así como en su rutina deportiva.
En el medio citado, además, se sinceraba acerca de la “lucha” que había mantenido a lo largo de su vida contra “la curva del peso”. Por ello, señalaba que sentía “envidia de manera malsana por los que comen y no engordan”. Del mismo modo, confesó que entre sus vicios alimentarios a los que más le costaba renunciar son las patatas fritas, los pepinillos y la cerveza.
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