Es una de las reinas del 'dating'. Luján Argüelles ha presentado distintos programas de entretenimiento pero sin dudas los más exitosos han tenido que ver con las parejas. Uno de ellos, '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' la mantiene como su anfitriona estrella desde el 2012. Sin embargo, no es en el amor en donde más se vuelca la energía de Luján. La luz de sus ojos es desde hace casi diez años su hija, Miranda, a quien ha dedicado su último libro 'El regalo de Miranda', una suerte de guía para padres y madres basado en su experiencia. Quizás sea más apropiado definirlo como un diario de maternidad. Lo cierto es que allí ha intentado contar cómo ha vivido sus primeros años como madre y todo lo que ha aprendido de ese rol.
En una entrevista exclusiva con Divinity a propósito del lanzamiento del libro, Luján abrió su corazón. Confesó que aunque no está en aplicaciones de citas, le gustaría encontrar el amor, pero no lo busca ansiosamente. Por el contrario, lleva una rutina monacal: amanece a las 5 de la mañana y se va a dormir alrededor de las 21, a la misma hora que su hija. Quiere aprovechar al máximo el tiempo con ella y busca su espacio de conexión consigo misma en esas madrugadas de soledad y silencio.
No fue siempre así. Cuando tuvo a la niña, hizo lo imposible por recuperar sus rutinas laborales lo antes posible. Y aunque las ofertas no llegaban como antes de ser mamá, consiguió pronto estar otra vez en la pantalla. En esta charla, nos explica por qué: "Muchas mujeres de mi generación hemos sido educadas en la importancia de hacer una carrera, labrarnos nuestro futuro y tener una independencia económica. Esa era nuestra gran prioridad". Lo que quiere decir es que no estaba educada para dedicarse a la familia. Y ahora, mirando atrás, lo lamenta: "Visto desde aquí, ahora, sentada en esta silla, sí creo que le tendría que haber dedicado más tiempo a mi hija".
En el libro, la presentadora asegura que en el área de las relaciones románticas está "en modo avión" para ella. No es casual, es una decisión. Para ella todo es una cuestión de prioridades. Dale play al vídeo para
Una de las reflexiones que plantea en el libro - en el que se autoproclama jocosamente "ministra de Educación"- es la falta de educación sexual en los colegios y también la falta de lo que ella denomina una "Sociedad Emocionalmente Sostenible".
Tal como nos ha contado, las carencias de información y educación sexual integral desde la infancia tiene graves consecuencias. Para ello se remonta a su propia experiencia: "¿Cómo fue mi educación sexual? Nula. ¿Cómo fue mi vida sexual? Muy deprimente". Lo dice con gracia y con vehemencia para explicar su punto: "No soy psicóloga infantil, no soy sexóloga, ayúdennos con un sistema educativo que abarque las cuestiones fundamentales del ser humano que son: cómo me siento y cómo me reproduzco".