A sus 52, Antonio Orozco se ha consolidado como uno de los rostros más reconocidos de nuestro país. Aunque en sus años más jóvenes el artista ya tenía claro el camino que quería seguir para alcanzar su sueño en el mundo de la música, sus primeros pasos en el mundo laboral se dieron en un sector que nada tiene que ver con la trayectoria que arrastra a sus espaldas desde hace más de dos décadas y en la que ha lanzado himnos como ‘Mi héroe’ o ‘Te juro que no hay un segundo que no piense en ti’.
Es complicado imaginar a Orozco ejerciendo una profesión alejada de la música, ámbito en el que acumula numerosos premios y es considerado uno de los artistas más relevantes de nuestras fronteras. Sin embargo, durante su adultez temprana optó por estudiar ingeniería informática, formación que le llevó a desarrollar algunos trabajos en el sector de las telecomunicaciones.
Durante una charla con Dani Rovira en 'La Noche D', el cantante confesó que años antes de dar el salto a la fama, con motivo de su desempeño profesional ya había coincidido con otros rostros reconocidos que incluso han sido posteriormente los encargados de entrevistarle por sus logros: “Me dedicaba a soldar cables de fibra óptica. Fui a casa de Julia Otero y también a la de Luis del Olmo”, desveló.
También en el mismo ámbito trabajó desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche en 'Bang & Olufsen', la compañía danesa que fabrica productos audiovisuales como televisiones, móviles o sistemas de audio para automóviles. “Estaba bien, lo cuento con orgullo...”, se sinceró en otra conversación con ‘El Mundo’.
Sin embargo, por aquel entonces ya había comenzado a grabar sus primeras maquetas y a venderlas por los locales de su zona: “Por las noches, casi todas, tocaba en bares. No es que pasara nada milagroso, fue muy orgánico. Me iba bien, era feliz y tenía todo lo que podía tener”, continuó relatando en el medio anterior, aunque llegó un momento en el que dejó “de creer en las oportunidades”.
Entonces, Vicente de Castro, más conocido como ‘Parrita’, le proporcionó el empujón necesario tras escuchar su voz para que pudiese terminar de dar forma a su álbum debut: “Tenía 28 años cuando grabé mi primer disco y llevaba escribiendo desde los 14. Me parece que todo ha pasado muy rápido y empecé muy tarde", señaló.
En el año 2000, el catalán lanzaba su proyecto bajo el nombre de ‘Un reloj y una vela’, producido por su inseparable Xavi Pérez, quien fallecía en 2016 durante uno de los momentos más complicados para el artista, que en lo personal ha tenido que hacer frente a trágicos acontecimientos como el anterior o la muerte de sus dos exparejas.
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