El pasado 19 de octubre, Mario Vaquerizo sufría una aparatosa caída en Cáceres durante la celebración del Festival Horteralia. El líder de 'Nancys rubias' se precipitó desde una plataforma de dos metros de altura tras perder el equilibrio. Tras la caída, perdió el conocimiento y fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario de la ciudad, para comprobar el alcance de sus lesiones.
A causa de la caída, además de romperse dos vértebras y tener que llevar collarín, al líder de 'Nancys rubias' se le diagnostico una retinopatía de Purtscher, una enfermedad ocular rara en la que se daña parte del ojo y que, normalmente, se desarrolla tras sufrir lesiones graves en la cabeza. Vaquerizo llegó a llegó a perder la visión y tuvo ser nuevamente ingresado en Madrid para recibir tratamiento y someterle a nuevas pruebas. Un inesperado contratiempo que superó apoyándose en su familia y en el cariño de sus seguidores. "En momentos difíciles y duros el amor y la amistad que recibes es la mejor medicina", decía entonces.
Ahora, más de cuatro meses después de ese terrible accidente y plenamente recuperado, el artista ha relatado en una entrevista concedida a 'Vanity Fair' algunas de las secuelas que sufrió tras la caída. Según han explicado en el citado medio, el artista sufrió el llamado 'síndrome de Alicia en el País de las Maravillas', un trastorno que le provocó alucinaciones durante su ingreso hospitalario. "Pasé tres minutos inconsciente con los ojos abiertos agarrado al micrófono. Durante ese lapsus la sangre no llegó a los ojos. En el hospital veía helechos, bolsas de plástico, dinosaurios... Todo, fluorescente", ha relatado Vaquerizo.
Ante esta situación, Alaska intentó tranquilizar y buscar una explicación lógica a lo que estaba ocurriendo. "Olvido me decía: ‘Serán los opiáceos", ha recordado el líder de 'Nancys rubias' en la citada entrevista, donde aclara que lo que le sucedió tiene una explicación médica y que se debió al fuerte impacto que sufrió tras la caída. "Los médicos me explicaron que, cuando el cerebro no ve, se lo inventa. Hay gente que percibe insectos, cosas feas. Y se desespera. Yo, todo lo contrario. Estoy muy sano por dentro”, ha contado.
Denominado así porque se cree que Lewis Carroll lo padecía (de hecho se cree que habría obtenido así su inspiración para la obra), el síndrome de Alicia en el país de las maravillas es un trastorno neuropsicológico que afecta a la visión, el tacto y el oído y que produce además de la alteración de sensaciones personales. Los individuos que lo padecen pueden sufrir alucinaciones o ilusiones de expansión, reducción o la distorsión de la propia imagen corporal.
Se trata de un cuadro clínico infrecuente, aunque alarmante, que se caracteriza por episodios breves de distorsión en la percepción de la imagen corporal, el tamaño, distancia, forma o relaciones espaciales de los objetos, además de en el transcurrir del tiempo. No obstante, su evolución es benigna, con recuperación completa en semanas o meses y generalmente sin secuelas.
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