María Pombo se ha consolidado como una de las líderes indiscutibles de las redes sociales, donde acumula millones de seguidores. Sin embargo, fuera de ellas también ha conseguido hacerse un hueco en el mundo empresarial con varios negocios a sus espaldas que se han convertido en una gran fuente de ingresos.
Precisamente, a esto último ha hecho referencia ahora en una de sus últimas entrevistas, donde se ha sincerado acerca del dinero que facturan y ha rescatado sus orígenes en el emprendimiento.
María se ha sentado en el podcast ‘Act2ality’, donde ha recordado sus primeros años de vida junto a sus hermanas, en los que las tres ya tenían alma de emprendedoras: “Recuerdo hacer una tienda de chuches y venderlas en el pueblo, pulseras en la playa… Intentábamos sacar nuestro dinero para nuestras cosas y emprender nos apasiona a las tres”, ha desvelado.
Más tarde, cuando comenzó a ganar popularidad en las redes sociales, reconoce que estaba embolsando “dinero aunque no en las cantidades de ahora”, razón por la que optó por abrir su primer negocio con sus ahorros. Con el paso del tiempo, según ella misma ha relatado, ha ido “madurando y sabiendo qué es lo que quiere” en los que posee ahora.
Es precisamente tras el aprendizaje obtenido por lo que Pombo ha confesado que no quiere que ninguno de sus comercios “dependa de su imagen”: “Si quiero que funcionen bien y sea rentable, tengo que dejar las redes. Pero tampoco puedo, porque dependen de mis redes. Es un poco el pescado que se muerde la cola. Con ‘La Martinuca’, que nos lo propuso un amigo de Pablo, y amigo mío ya también, yo lo dejé claro. Yo quería ser socia, como cualquiera de los cinco que somos”, se ha sincerado.
En la franquicia mencionada, todos los emprendedores tienen “el mismo porcentaje” a diferencia del resto de sus empresas, en las que tiene “la mayoría en tres”. Sin embargo, la que más factura de todas es la propuesta gastronómica de tortillas de patata: “Para empezar, los márgenes en 'La Martinuca' son más sencillos de beneficio al ser comida porque con la ropa es complicado. Este último año hemos llegado casi a los tres millones y medio de euros”, ha explicado sobre el local ubicado en el Barrio de Justicia del que salen tres mil pedidos a la semana, incluyendo los envíos a domicilio de las dark kitchen o cocinas sin restaurante con las que también cuentan.
También durante su intervención, la influencer ha querido destacar el papel de su marido, Pablo Castellano, con quien está en todos sus negocios: “Me complementa muchísimo. Yo soy buena en ventas y comunicación pero él en números, en reunirse”, ha revelado.
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