El pasado viernes, 11 de abril, llegaba a la pequeña pantalla ‘El método Orozco’, la película en la que Antonio Orozco permite a sus seguidores sumergirse en los dos últimos años de su vida, donde en su faceta profesional ha dado forma a su nuevo álbum y que ya ha denominado como el mejor de toda su carrera, ‘El tiempo no es oro’.
A lo largo de los 59 minutos de duración del documental de Prime Video, además de mostrar el proceso de creación del que verá la luz el próximo 25 de abril, el artista se ha abierto como nunca antes acerca de algunos aspectos de su vida personal, confesando el antes y después al que ha tenido que hacer frente en lo que a sus hábitos se refiere por recomendación de los especialistas, que llegaron a asegurarle que con su edad y peso le podían pasar “cinco cosas y ninguna le iba a gustar” según él revela.
En sus redes sociales, Antonio aseguraba que con su nuevo proyecto tenía el objetivo de que el espectador “conozca al verdadero yo que hay tras el artista” y así lo ha demostrado a lo largo del mismo. En una de las primeras escenas, aprovecha un bloqueo en la preproducción de uno de sus temas para compararlo con su salud y el punto de inflexión al que hizo frente: “Es el momento más delicado porque la canción puede quedar en nada si no encontramos el vestido adecuado. Un poco lo que me pasa a mí, que siempre acabo comprándome la misma camiseta 4XL porque lo demás no me va. Pesaba 127 kilos”, comienza relatando.
Por aquel momento, tras sentir que su estado físico comenzaba a ser una amenaza alta y después de que su madre, Carmen Ferrón, señalase los consejos que le trasladaba sobre cuidarse porque “nunca le había visto tan mal y tiene dos hijos y tiene que cuidar de ellos”, tomó la decisión de ponerse en contacto con un especialista, el mismo que le hizo la advertencia sobre los posibles desenlaces por su “edad y peso”.
El propio médico de familia mencionado, Javier Tapias, aparece explicando en detalle cómo llegó Orozco a su consulta: "No se encuentra bien y él es consciente de que necesitaba llevar a cabo un cambio sustancial en su hábito de vida", relató. Tras ello, el protagonista del documental optó por ceñirse a un plan de entrenamientos y dieta, enfrentándose “por primera vez a los problemas de cara” y contando también para ello con la ayuda de un psicólogo, que junto al anterior intentó averiguar “lo que ocurría dentro para el colapso que bloqueaba todo”.
Entre los nuevos hábitos que incluyó en su rutina entró el ayuno o la abstinencia de comer durante un período de tiempo determinado: “17 horas y 30 minutos de ayuno. Me voy a comer una nuez. En un tiempo pasado no muy remoto, un día como hubiese cenado, me hubiese levantado a medianoche para comer y me hubiese tomado cualquier cosa con azúcar”, recalca.
Aunque como consecuencia de lo sufrido el de ‘Entre sobras y sobras me faltas’ reconoce que llegó a perder “el amor propio, la identidad, la capacidad de elegir y de sentir las cosas”, a día de hoy asegura que le valió la pena tratar de entender lo que le ocurría porque no él mismo no era consciente: “Hoy me voy a dormir muchos días sin tomar una pastilla”, concluye.
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