No hay película de humor en la que Rossy de Palma no haga su aparición estelar. La actriz se ha convertido en toda una imprescindible en aquellos largometrajes que te sueltan más de una carcajada y, lo cierto, es que se ha ganado su puesto.
La intérprete siempre ha mostrado su cara profesional, pero aquel lado más personal ha querido dejarlo en un segundo plano. Y, aunque no se ha escondido, son pocas las veces que hemos podido ver a Rossy en pareja, dando un paseo de la mano con su chico o deshaciéndose en halagos y enamorada.
Aún así, la actriz tiene una vida personal de lo más estable y disfruta de la compañía de sus dos hijos, Luna y Gabriel. Rossy siempre ha intentado que sus pequeños vivieran una vida alejada de los medios de comunicación y, sobre todo, de los flashes indiscretos de la prensa. Ambos ya han cumplido la mayoría de edad y, aunque su madre quiera que se mantengan en un segundo plano, es inevitable que nos interesemos por sus vidas.
Gabriel, el mayor, nació en 1998 y, un año más tarde, llegaría su hermana, Luna. Esta última también ha desfilado en la Mercedes Fashion Week y ha hecho sus pinitos como modelo. Quienes los conocen dicen que ambos son muy parecidos, en cuanto a gustos, pero que les diferencia la personalidad.
Los dos son inquietos, divertidos, extrovertidos y con ganas de explorar el mundo que les rodea. Además, son unos apasionados de las artes y de la interpretación. Así, hace unos años Gabriel se decidió a estudiar Cine. Por su parte, Luna se decantó por Humanidades y Comunicación Digital y toca el violín, canta, pinta y ha hecho sus pinitos como modelo.
Los dos son muy activos a través de sus redes sociales, donde, por ejemplo, podemos ver las creaciones de Gabriel o los trabajos de Luna. Así, los dos hermanos abren esa parcela más desconocida de su vida y muestran al público cuáles son sus aficiones y qué es lo que les gusta hacer.
Los dos están muy unidos a su madre, que es su gran fuente de inspiración. También, describen a Rossy como alguien totalmente normal, que se desvive por sus polluelos y que siempre está ahí para todo lo que necesiten.
Del padre de sus hijos, Rossy no ha hablado mucho. Sí que es cierto que en los últimos años se ha podido ver a la actriz de la mano de Koffy, un ingeniero franco-marfileño que trabaja con organismos internacionales en zonas de conflicto. Al ser preguntada, la actriz no ha dado explicaciones sobre la relación y todo lo que sabemos es a través de sus redes sociales, donde Rosssy se muestra de lo más enamorada.
Eso sí, en su vida profesional a la actriz no puede irle mejor. Nunca le ha faltado trabajo y ha estado nominada hasta en dos ocasiones a los Goya y ha protagonizado grandes largometrajes que han marcado a toda una generación y han hecho historia. Es por eso que Rossy siempre ha intentado conciliar su vida personal con la profesional.