Kim Kardashian. Esa mujer que se montó un imperio millonario sin pestañear. Que hizo del "ser famosa" un oficio al que aspirar. Que cambió para siempre los parámetros de belleza de la segunda década del milenio. Y que vio en el escándalo su única forma de subsistir. Esa mujer es un icono que ahora que ha sobrepasado la barrera de los 40 ha llegado el momento de reivindicar. Estos son los diez hitos que hicieron que su apellido siempre estuviese ligado a la polémica. Porque, ¿acaso hace falta tener una profesión para ser una estrella?
Vayamos al origen de todo, al momento en el que la pusimos en el mapa. Kimberly Noel (su nombre de pila completo) ya tenía un motivo de peso para tener su propia página de Wikipedia: ser 'hija de'. Su padre, Robert Kardashian, había sido uno de los peones en el mediático juicio a O.J. Simpson. Eso sí que fue una buena polémica. Pero el verdadero salto a la fama de Kim llegó con la filtración de un vídeo porno en el que aparecía junto a su ex, el cantante Ray J. Aquel mes de febrero de 2007 no había mortal que no hubiese buscado su nombre en Google. ¿Quién es esta tal Kim Kardashian? No teníamos ni idea de la que se nos venía encima.
Perdió el juicio, la 'sex tape' corrió como la pólvora. Y siguiendo el mantra de 'si no puedes con tu enemigo, únete a él', decidió comercializarla por cinco millones de euros. Un primer 'pellizco' para alegrar la que hoy es una de las cuentas bancarias más cotizadas. Fue entonces cuando su madre, la matriarca Kris Jenner, decidió que merecíamos un documental con ella y sus hermanas como protagonistas. Un programa que demostró que no hacía falta encerrar a nadie entre cuatro paredes para petarlo con un reality y cuyo pico de audiencia -10 millones de espectadores- se consiguió con el capítulo en el que Kim contó que había decidido divorciarse 72 días después de casarse con Kris Humphries, su segundo marido. Hasta Oprah quiso saber el porqué.
klan14 temporadas parecen suficientes para conocer a fondo al klan. Con aquel reality irrumpieron en nuestras vidas Kylie, Kendall, Khloé, Kourtney, Caitlyn (a la que conocimos inicialmente como Bruce) y un eterno reparto estelar de secundarios que ahora tienen contrato indefinido en el show business. Si calaron fue porque nos enseñaron su realidad tal cual era, convirtiendo sus altibajos en un cebo continuo. Todo su curriculum vital, que no ha sido poco, era carne de prime time. Y esto les ha llegado a pasar factura. Dicen que en todas las familias hay desavenencias. Pero, cuando hablamos de las Kardashian, parece que en su casa no solo se cuecen habas.
En 2013 se quedó embarazada de North West. Dos años después repitió el mismo método para tener a Saint. Dos gestaciones de riesgo que, sumadas a la detección de la placenta accreta que padece, hicieron que sus dos maternidades posteriores fuesen mediante vientre de alquiler. Por entonces, cada paso dado por Kim se cuestionaba: su segundo embarazo se dijo que se había inventado que estaba esperando un bebé. ¿Y qué hizo ella? Compartir este selfie en el que aparece completamente desnuda por si había alguna duda. Así es como se desmiente un gossip a lo Kardashian.
No te puedes considerar diva si no tienes un feud de tu misma especie. Y aunque a Kim Kardashian le pilló de forma circunstancial, la suya fue Taylor Swift. Todo sucedió en la noche del 13 de septiembre de 2009, el día en el que aquella chiquilla que cantaba country y que estaba empezando a despegar con 'You Belong With Me' se llevó el premio al mejor video femenino en los MTV Video Music Awards. Para Kanye West, tercer marido de la empresaria y con quien forma una de las parejas más controvertidas de la farándula americana, una decisión injusta. Estaba tan convencido de que era Beyoncé la que merecía ese reconocimiento que subió al escenario y se lo dijo a la cara. El principio de una larga guerra entre iconos que ha seguido coleando hasta hoy, con sus fases de tregua incluidas.
Lo de Kim Kardashian es tan fuerte que llegó a inventarse un concepto. "Break the internet" es una expresión que ya ha pasado a ser un lugar común en la jerga americana. "Hacerse viral hasta niveles estratosféricos", podríamos trasladarlo al castellano. Y ese momento llegó con esta portada de culo en pompa, cuero, perlas y champán.
Esto es serio. De hecho sigue siendo un trauma para ella. "Temí que me encontraran muerta", contó hace unos días. En 2016, cuando se encontraba de viaje en París, unos ladrones encapuchados entraron por la fuerza en su habitación, la maniataron y la tuvieron a punta de pistola para atracarle joyas, dinero en efectivo y objetos de lujo. 10 millones de dólares fue el botín. Trágicas consecuencias de que el planeta (y cinco cacos) sepan que eres archimillonaria.