Paula Echevarría anunció hace unas semanas, para sorpresa de todos, que volverá a ser madre. La influencer y actriz está embarazada de su segundo hijo, aunque el primero con su actual pareja, Miguel Torres. Ambos mantienen una discreta relación desde hace más de dos años, después de que Paula se divorciara de David Bustamante. Con el cantante tuvo a su primera hija, Daniella, y, aunque tras su separación parecía que no se entendían, ahora mantienen una relación cordial por el bien de su pequeña.
Mucho se ha especulado sobre la reciente noticia de su embarazo, ya que, al parecer, Paula quería esperar un poco más de tiempo para confirmar la buena nueva. Algunos medios apuntan a que fue una de sus amigas quien filtró la noticia a la prensa, aunque ni Paula ni Miguel se han pronunciado.
Su deseo es llevar el embarazo de la forma más tranquila y discreta posible, como han intentado llevar su relación estos años. Algo que dista mucho del comportamiento que tenían Paula y David Bustamante cuando estaban juntos, que aunque no se paseaban en exceso, sí es cierto que no tenían ningún problema en mostrarse juntos y enamorados cuando un photocall se lo requería.
Ahora, parece que ahora Paula se muestra más distante con la prensa y son pocas las declaraciones que ha dado sobre su relación con Miguel o sobre esta buena noticia. Pero, ¿qué diferencias podemos observar entre su primer y segundo embarazo?
Paula Echevarría comenzó su andadura en televisión a principios de los dos mil. La joven apareció en distintas series de gran éxito como Al salir de clase, Policías o Compañeros. Además, también realizó algunos pinitos como reportera. Fue en el año 2005 cuando conoció al que sería uno de los hombres más importantes de su vida, David Bustamante. Ambos coincidieron en un hotel en Lanzarote y, en ese momento, ya supieron que estaban hechos el uno para el otro. Por aquel entonces David saboreaba el éxito y la fama que le había dado su tercer puesto en la primera edición de Operación Triunfo.
Pronto comenzaron a aparecer juntos en distintos photocalls y mostrándose siempre muy enamorados y sonrientes. La relación iba tan bien que el verano de 2006 fue el momento elegido para pasar por el altar, en Asturias, la tierra natal de Paula. Al enlace asistieron una infinidad de medios de comunicación a los que la pareja atendió muy amablemente y siempre con una gran sonrisa.
Poco tiempo después, a principios de 2008, Paula y David anunciaron que estaban esperando su primera hija. Para ello, emitieron un comunicado: “Estamos esperando un hijo, cuyo nacimiento está previsto para el mes de agosto. Nos consideramos inmensamente afortunados ante el hecho de que nuestro amor se vea recompensado con este nacimiento, que viene a colmar todos nuestros deseos y nos llena de esperanza”. La pareja confesaba además estar viviendo uno de sus mejores momentos.
La primera diferencia que podemos observar respecto al primer y segundo embarazo de Paula es la forma de comunicarlo. En esta reciente ocasión, Paula y Miguel no han emitido ningún comunicado a la prensa, sino que se han limitado a subir a sus redes sociales una fotografía anunciando la noticia. “Estamos muy felices de poder compartir con todos vosotros esta gran noticia… ¡en unos meses seremos uno más!”, comentaba la pareja en sus respectivas cuentas, donde aparecían con la pequeña Daniella.
Segunda diferencia: con el embarazo de Daniella, Paula no disimuló su tripita y habló con los medios abiertamente sobre cómo se encontraba. Una actitud que dista mucho de la que está teniendo en la actualidad, donde evita, a toda costa, hablar de esta nueva maternidad.
El punto que marca la tercera diferencia entre los dos embarazos es que, en este segundo, Paula está siendo mucho más constante con el deporte. Así lo podemos ver en sus redes sociales, donde ha afirmado que quiere seguir cuidándose y ejercitándose, en la medida de lo posible.
La cuarta diferencia la protagonizan los papás de las criaturas, y es que la actitud de David y Miguel dista mucho la una de la otra. Cuando David se enteró que iba a ser padre, lo iba pregonando a bombo y platillo: “Me acaban de decir que voy a ser padre de una niña. Es maravilloso y lo quiero compartir con todos. Se llamará Daniella y tengo muchas ganas de tenerla en mis brazos”, comentó en un programa de radio. En cambio, Miguel, que es mucho más tímido y reservado, todavía no ha hecho ninguna declaración sobre su futura paternidad.
Finalmente, la quinta diferencia es cómo está abordando Paula su situación laboral. Cuando se quedó embarazada de Daniella, la actriz decidió dejar de lado todos sus compromisos profesionales para centrarse en su pequeña, por eso, se produjo un parón en su carrera interpretativa. Sin embargo, en esta nueva etapa, Paula está dedicada, casi por completo, a las redes sociales, lo que le permitirá conciliar mejor su vida personal y profesional. Es cierto que cuando Paula tuvo a Daniella, las redes sociales no estaban tan en auge y, por eso, las únicas fotos que veíamos de la actriz eran gracias a los paparazis. Ahora, gracias a su perfil de Instagram, y aunque en algunas imágenes intente disimularlo, sí que podemos ver cómo va evolucionando su embarazo.