Los Preysler son una de las familias más conocidas en toda España. Fue Isabel, la matriarca, quien llegó a España, desde Filipinas, cuando era toda una adolescente y no tardó en comenzar a codearse con lo mejor de la socialité madrileña, siendo invitada a las fiestas más importantes de la jet set de la capital. Atrás había quedado su familia, en Manila, aunque en la capital filipina, la familia Preysler llevaba una vida muy acomodada.
Su padre trabajaba como delegado del Banco Español de Crédito y descendía de españoles afincados en Alemania. Su madre era dueña de una agencia inmobiliaria y tenía extensas plantaciones de arroz e ingenios azucareros. Aunque su mayor ocupación era el cuidado y la educación de sus seis hijos: Victoria, Enrique, Isabel, Carlos y los mellizos, Joaquín y Beatriz. Así, aunque hubieran puesto tierra de por medio, Isabel siguió muy unida a sus cinco hermanos y, sobre todo, a su hermana Beatriz y a su hijo, Álvaro Castillejo Preysler.
A pesar de que parecía que lo tenían todo, la familia tuvo que enfrentarse a varias desgracias. Cuando tenía 25 años, Enrique fue encontrado muerto después de que inhalara, accidentalmente, monóxido de carbono por la mala combustión de una estufa. La muerte del joven fue especialmente dolorosa para la familia, ya que se trataba de la persona que aglutinaba a todos ellos y el más carismático. Es por eso que Isabel le puso Enrique a su segundo hijo, en honor a su hermano.
Su otro hermano, Carlos, tuvo problemas de adicciones y comenzó a consumir cuando era muy joven. Además, también pasó una temporada en la cárcel por un delito de estafa. Concretamente, cinco años. Murió, también prematuramente, en abril de 2013 cinco días después de que se le diagnosticara un cáncer de hígado. “Mi hermano murió en su casa, rodeado de los suyos, de su mujer e hijas, que le querían a pesar del daño que les había hecho. Estaba enganchado a las drogas. Hay una generación perdida en aquel país por esta cuestión. Yo por suerte me libré, porque me casé a los 20 años y me fui. Mi hermano Carlos, sin embargo, que era menor, cayó”, contó Isabel en una entrevista.
La pequeña de la familia, Beatriz, también se mudó con Isabel a Madrid cuando eran muy jóvenes y se convirtió en el apoyo fundamental de su hermana Isabel. Fue allí donde conoció al jugador de polo Luis Castillejo. Ambos se casaron y tuvieron dos hijos, Álvaro y Diego, aunque años después tomaron caminos separados. Por eso, cuando a Beatriz le diagnosticaron cáncer de pulmón, toda su familia hizo piña con ella. Finalmente, Beatriz acabó falleciendo en el 2011 a los 53 años. Fue un golpe durísimo para toda la familia.
A pesar de la fama de sus apellidos, Álvaro y Diego siempre han intentado llevar una vida de lo más discreta. Fue en el verano de 2020 cuando Diego decidió pasar por el altar con su novia, Carolina Ávila. El enlace se convirtió en una reunión de la jet set madrileña y, como era de esperar, también acudieron tanto Isabel como Tamara Falcó. La marquesa de Griñón mantiene una relación de lo más especial con su primo Álvaro, que también pasará por el altar dentro de poco.
El joven administra una empresa de comercio al por mayor de maquinaria y bienes de equipo. Además, estuvo al lado de su prima cuando se hizo con el premio de Masterchef. Así, pudimos ponerle cara y saber un poco más de él. Álvaro, de 35 años, se casará próximamente con su novia de toda la vida, Cristina Fernández Torres. El joven le pidió matrimonio a su chica durante una escapada a Formentera en agosto de 2020. De él dicen que tiene el mismo carácter que su primo Julio José y que es de los más majos de la familia. Además, físicamente se parece mucho a los Preysler.
Será un enlace, que finalmente han decidido posponer por la situación que vivimos al próximo verano, por todo lo alto que reunirá a todo el clan Preysler. Además, en ausencia de su madre, podría ser la propia Isabel quien acompañe a su sobrino al altar. Por su parte, Cristina es periodista de profesión y, actualmente, estudia Derecho en la Universidad a Distancia (UNED). Además, realizó un máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política y en septiembre de 2013 comenzó a trabajar el departamento de Telegenia del Partido Popular. Luego, pasó por la vicesecretaría de Acción Sectorial y, ahora, desarrolla sus funciones en el departamento de Comunicación Política, desde hace más de cuatro años.