Felipe González fue una figura clave para la política de nuestro país. Se convirtió en el tercer presidente de España entre 1982 y 1996 por el Partido Socialista. Su paso por la Moncloa no lo hizo solo, le acompañaron siempre su mujer y sus tres hijos, quienes se volvieron inseparables.
Felipe estudió Derecho y tras obtener el título como abogado se decidió a abrir un bufete que estaba especializado en el mundo laboral. Poco tiempo después, en 1969, contrajo matrimonio en el Monasterio de Loreto en Sevilla con Carmen Romero, una joven militante socialista y sindicalista de la UGT, con la que se convirtió en padre de tres hijos: Pablo, David y María.
Respecto a su profesión, Carmen trabajaba como profesora de literatura. Aunque eso sí, tuvo que dejarlo cuando se convirtió en primera dama y se mudó hasta la Moncloa. Después, se convirtió en diputada por Cádiz. En 2008, cuando ya habían abandonado las tareas presidenciales, ambos decidieron tomar caminos por separado.
El paso de Felipe González por la presidencia del gobierno no fue nada fácil. Tiempo más tarde afirmaría que habían perdido mucha privacidad. Respecto a sus hijos, cada uno inició una carrera distinta. Así, Pablo, el mayor, es fotógrafo y un gran aficionado a la filosofía oriental. Además, creó una empresa de informática que, más adelante, vendió.
Por su parte, David es pintor y reside en Castellar de la Frontera, en Cádiz. Su padre le ha acompañado a varias exposiciones, apoyando, así, su carrera en el mundo de la pintura.
Por último, María, quien estudió Derecho, es la favorita del expresidente y junto a él montó una fundación, que lleva el nombre de su padre, y hasta han lanzado un podcast juntos. Eso sí, en 2015, María abandonó la fundación y se formó como mediadora y coach, uniéndose a Ayala de la Torre Abogados.
Tal y como confesó hace unos meses el político, Felipe no se consideraba buen padre: “He sido un padre que ha querido a sus hijos, pero ser buen padre significa dedicarles mucho tiempo, cosa que no he hecho”. A pesar de todo, sí que se ha considerado buena pareja.
En 2012 volvió a rehacer su vida junto a Mar García-Vaquero Vela, con quien se casó ese mismo año. El lugar elegido para el enlace fue la Junta Municipal de Retiro y se trató de una ceremonia muy íntima a la que solamente acudieron dos testigos. Es más, sus hijos y hermanos se enteraron por la prensa de la noticia.
De Mar sabemos que estudió Ciencias Económicas y que trabajaba en La Caixa. Además, aportó al matrimonio dos hijas de una relación anterior: Lucía y Micaela, quienes se han convertido en ‘hijastras’ del expresidente. Ambas tienen una empresa donde diseñan ropa para mujeres y su madre, Mar, es su mejor embajadora.