El pasado 9 de marzo se celebraba la entrega de los Premios Ídolo a los influencers más éxitosos del país. Dulceida y su equipo han organizado esta segunda edición, en el Gran Teatro Príncipe Pío de Madrid, escenario que ha acogido a cientos de rostros que triunfan en las redes sociales.
Entre los asistentes, hemos podido charlar con nuestra querida Tamara Gorro, una de las mujeres que ha acaparado las miradas de la fiesta. Su look ha sido de los más impactantes y es que la influencer ha querido rendir homenaje a todas esas personas que padecen cáncer, lanzando un claro mensaje a la investigación de esta enfermedad.
Además, hemos tenido un momento para hablar sobre su salud y su depresión, sabiendo así en qué punto se encuentra ahora mismo. Gorro ha reconocido ante nuestros micrófonos estar pasando un momento complicado, pero ya no va a permitir esos días de bajada, ya que quiere seguir adelante y seguir creciendo.
La influencer ha revelado estar conociéndose a sí misma por primera vez en su vida, lo que le lleva a un punto donde puede alcanzar a ver el final del túnel. "Yo no sabía que tenía tanta culpabilidad dentro, he vivido toda mi vida por y para los demás, olvidándome de mí", ha contado ante nuestro reportero.
Ahora, tiene claro que el objetivo es ella misma y que alegrarse de la felicidad de su entorno es clave para ella, pero no es el punto central de su vida, ya que tiene que centrarse más en estar bien consigo misma. ¿Está Tamara Gorro alcanzando uno de los mejores puntos desde el diagnóstico de su depresión?
Tamara ha mostrado su cabeza sin pelo para reivindicar la investigación, algo a lo que la extronista ha estado muy ligada siempre a través de su "princesa", Valeria, fallecida el año pasado debido a esta enfermedad.
"No nos debería impactar. Demos normalidad a la realidad. El cáncer se cura investigando. Hoy os quiero homenajear, y a ver si de esta manera, llamando la atención, el mensaje llega más lejos. Tenemos que terminar con esta enfermedad ya", ha afirmado.
Vistas las críticas que ha recibido por esta ‘llamada de atención’, la influencer se ha visto obligada a pedir perdón. Aunque siempre ha defendido que lo hizo con buena intención, creyendo que esta era una forma para que el cáncer y la falta de investigación entrasen en el debate público, ver cómo muchos la acusaban de banalizar la enfermedad le ha hecho entender que su look en los Ídolo quizá no era la vía para conseguirlo.