Eurovisión 2024 ha puesto el broche de oro a su 68 edición la cual, sin embargo, se ha convertido en una de las más polémicas tras los abucheos y pitos a Israel o la expulsión de Países Bajos por el “incidente” que Joost Klein habría protagonizado después de la semifinal del pasado jueves.
Ayer, el festival de la canción terminaba con el representante de Suiza, Nemo, coronándose y recibiendo el micrófono de cristal de las manos de Loreen, la anterior ganadora del certamen, y terminando así con las casi cuatro décadas que su lugar de procedencia llevaba sin alzarse ganador.
Nemo Mettler nació en Biena, la ciudad suiza conocida como “la de los relojes”, en el año 1999. A una edad muy temprana, comenzó a tocar la batería, el piano y el violín hasta que en 2016, empezó a recoger los frutos de su andadura en la música. El cantante presentó su primer EP, ‘Clownfisch’, y posteriormente hizo lo mismo con el segundo, colocando así siete temas en las listas oficiales de singles de su país, donde a día de hoy ha llegado a recibir hasta cinco galardones en los ‘Swiss Awards’.
Es por ello que, a sus 25 años de edad, ya es un referente musical y una eminencia del rap en Suiza. Además, en 2020 comenzó a interesarse por la producción y escritura en inglés, lo que le ha llevado a trabajar con otros artistas internacionales. Por esta razón, trasladó su residencia desde Berlín hasta Los Ángeles, donde lanzó en 2022 su último álbum, ‘Whatever Feels Right’, cuyas letras abarcan y reivindican diferentes temas como la salud mental o la identidad de género.
De hecho, en la canción ‘The Code’, con la que ayer se subió al escenario y realizó una impecable interpretación, deja versos como “Me liberaré de mis cadenas” o “Esta historia es mi verdad, yo fui al infierno y regresé para encontrarme en el camino”.
Durante el certamen, además de ondear la bandera de su país, también optó por llevar la no binaria ya que, tal y como Nemo reveló en la prensa suiza el pasado año, asume una identidad de género que se halla fuera del binarismo. Eso mismo reflejó en ‘The Body’, donde explicaba que “este cuerpo es una duda, arrastrándose en mi mente. Intenta decirme cómo se supone que debo sentirme por dentro y es un caparazón, nada más que un molde. La mayoría de la gente encaja así, me pregunto por qué no lo hago”.
Del mismo modo, expresó su deseo de ser llamado por su nombre de pila y no por prefijos basados en el sexo de una persona.