Zendaya, que este año copreside la gala que inaugura la exposición “Sleeping Beauties: Reawakening Fashion” (Bellas durmientes: el despertar de la moda) junto con Jennifer Lopez, Chris Hemsworth y Bad Bunny, llegaba a la gala acompañada de su omnipresente (amado y odiado) estilista, Law Roach.
Siguiendo estrictamente el dress code de la gala, que exigía inspirarse en el tema ‘The Garden of time' de de J.G.Ballard (El jardín del tiempo), la actriz llegaba a las escaleras del museo con un look creado por Galliano para Maison Margiela, que combinaba tonos azules y verdes, con un maquillaje teatral y un tocado con rejilla y pluma.
La joven actriz, que en sus últimas alfombras rojas, durante la presentación de la película ‘Challengers’, ha dado una auténtica lección sobre la tendencia ‘tenniscore’, ha optado por un modelo muy alejado de las pistas de tenis, un look que respira John Galliano que, reviviendo los tiempos en que trabajaba para Dior, este año ha revolucionado la pasarela de alta costura y ha vuelto al olimpo de la moda con hurras, aplausos y bravos.
Zendaya, que suele ser una de las mujeres más esperadas de la alfombra roja de la gala del MET y cada vez que pisa una alfombra roja encabeza las listas de las mejor vestidas cualquiera que sea el evento, ha elegido un vestido de escote asimétrico con un cuerpo corsé plisado de color verde y sobrevestido de organza formando rayas oblicuas azules y grises, que en honor al código de vestimenta de la noche, estaba profusamente decorado con motivos vegetales entre los que se distinguen insectos, uvas y vides.
Sobre el hombro desnudo y para crear mayor dramatismo, un pájaro azul sobrevuela el cuello de la actriz. Sobre el otro hombro lo que vuela es parte del tejido que envuelve la falda y el conjunto parece una nueva versión de una de las piezas que el propio Galliano diseñó para Dior Couture primavera/verano 1999.
El maquillaje es una simplificación del espectacular trabajo que Pat McGrath realizó para ‘Artisanal’, el desfile de alta costura de primavera de Maison Margiela en el que las pieles de los modelos parecían muñecas de porcelana. Zendaya ha optado por una versión más liviana pero igualmente inquietante, con tez de porcelana, labios oscuros, ojos profusamnete ahumados y cejas ultrafinas que en conjunto evoca la imagen de una geisa