Antes de terminar el año, el cielo volverá a sorprendernos, con una espectacular luna llena también conocida como Luna Fría. La última luna llena del año tendrá lugar el próximo 15 de diciembre y en la constelación de Géminis, según explica el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Un fenómeno al que podemos sacarle el máximo provecho; sobre todo si conocemos bien cómo podría afectarnos (tal y como vimos en el caso de la Superluna del año), o los diversos rituales que se llevan a cabo para capturar su esencia.
Si bien la influencia de la luna llena suele ser bastante notable, ya no solo en las mareas, sino en nuestro propio comportamiento o estado de ánimo, parece que la Luna Fría es todavía más especial. De ese modo, pasaría a activar ciertos procesos emocionales o espirituales profundos, llevando a la reflexión y al cierre de ciclos, aunque también a la liberación de energías negativas, según destacan en la revista Condé Nast Traveler.
Del mismo modo, parece que ciertos estudios alertan también sobre alteraciones del sueño, con sueños bastante vividos o incluso insomnio. En definitiva, un estado de ánimo algo alterado bajo el influjo de la luna llena y que también podría afectar a nuestra vida social. "La energía está ahí fuera y nuestros sentimientos se hallan a la vista de todo el mundo", destacan en el libro 'El arte de vivir con la luna'. Obra que, ante todo, nos invita a reflexionar sobre nuestros sentimientos.
El nombre de Luna Fría se correspondería también al cierre de un ciclo por todo lo alto, sobre todo porque estamos a punto de despedir el año, y haría referencia a la llegada del frío y el invierno al hemisferio norte. De hecho, cada una de las denominaciones especiales que recibe la luna llena durante sus ciclos, como Luna del Cazador (primera luna llena del otoño) o Luna del Castor (la Superluna del año de este pasado noviembre) tienen su propio significado especial.
Esta luna llena será fácilmente visible, aunque lo recomendable para disfrutarla al máximo siempre sería en un lugar apartado de la contaminación lumínica. Además, desde Traveler proponen algunos rituales que pueden ayudarnos, de cara a la liberación y cierre de ciclos. De hecho, algunos de ellos ya nos lo había recomendado Esperanza Gracia y son bastante comunes. Por ejemplo, escribir en un papel todo aquello de lo que deseas desprenderte para luego quemarlo. Mientras, que a la hora de manifestar nuestros sueños y deseos, lo recomendable es escribirlo todo en un papel y guardarlo bajo la almohada al dormir.
También hay ciertos rituales para agradecer lo vivido durante el año y entrar así con buen pie al nuevo ciclo, con elementos como velas, piedras o flores. Sin olvidarnos tampoco de la protección y sanación energética mediante hierbas o aceites como el romero, la salvia o el sándalo.
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