El día a día, las relaciones que tenemos, las emociones que sentimos… Todo esto puede hacer que acumulemos en el cuerpo energías negativas que no nos permiten vivir una vida plena o que nos hacen sentir cansadas, apáticas e, incluso, enfadadas con el mundo. Evitar esto es muy sencillo, tan solo hay que llevar a cabo una limpieza energética del cuerpo.
Por qué hay que limpiar las energías negativas del cuerpo
Llevar a cabo una limpieza de energías negativas cada cierto tiempo puede ser muy beneficioso para tu bienestar emocional. Las energías negativas pueden afectar nuestro estado de ánimo y provocar sentimientos de ansiedad, tristeza o irritabilidad. Limpiar estas energías puede ayudar a mejorar nuestro bienestar emocional.
Se cree, también, que las energías negativas pueden contribuir a problemas de salud física y pueden hacer que te sientas cansada o agotada. Al liberar estas energías, algunas personas sienten una mejora en su salud general y experimentan un aumento en su vitalidad y energía, lo que les permite disfrutar más de la vida y ser más productivas.
Igualmente, pueden nublar nuestra mente, dificultar la toma de decisiones y generar estrés y tensión. Limpiar estas energías puede ser una forma efectiva de relajarse y encontrar un mayor sentido de paz interior, así como puede ayudar a tener una mente más clara y enfocada. Cuando nos deshacemos de las energías negativas, a menudo nos sentimos más ligeros y más positivos sobre nosotros mismos. Esto puede llevar a una mayor autoestima y confianza en nuestras capacidades.
También tienen mucho que ver con nuestras relaciones, ya que pueden influir en nuestras interacciones con los demás. Al limpiar estas energías, es posible que mejoremos nuestras relaciones y la comunicación con quienes nos rodean y con nosotras mismas. Muchas tradiciones espirituales creen que limpiar las energías negativas nos permite estar más en sintonía con nosotros mismos y con el universo, facilitando un crecimiento personal y espiritual. Las energías negativas pueden crear bloqueos que nos impiden ver nuevas oportunidades en la vida. Al limpiarlas, podemos abrirnos a nuevas experiencias y posibilidades.
Existen diferentes técnicas para limpiar las energías negativas de tu cuerpo, todas ellas igual de efectivas pero con un denominador común: elijas la que sea que resuene contigo, debes llevar a cabo con foco e intención.
Meditación: Dedica unos minutos al día a meditar. Puedes visualizar una luz blanca que te rodea y te limpia de cualquier energía negativa. La meditación ayuda a centrarte y a liberar tensiones.
Baños de sal: Tomar un baño con sal marina o sal de Epsom puede ayudar a eliminar las energías negativas. La sal es conocida por sus propiedades purificadoras. Agrega un puñado de sal al agua y relájate durante un rato.
Uso de cristales: Algunos cristales, como la amatista, el cuarzo transparente y la obsidiana, son excelentes para absorber y transmutar energías negativas. Puedes llevarlos contigo o colocarlos en tu espacio.
Aromaterapia: Utiliza aceites esenciales como el de lavanda, sándalo o eucalipto. Puedes difundirlos en tu hogar o aplicarlos en la piel (diluidos) para crear un ambiente más positivo.
Rituales de limpieza: Puedes realizar rituales con hierbas como el romero o la salvia. Quema un poco de estas hierbas y deja que el humo llene el espacio, pidiendo que se limpien las energías negativas.
Conexión con la naturaleza: Pasar tiempo al aire libre, ya sea caminando por un parque o simplemente sentándote en un jardín, puede ayudarte a recargar energías y liberar lo negativo.
Visualización: Imagina que estás rodeado de una burbuja de luz que te protege y te limpia. Visualiza cómo las energías negativas se disipan y se transforman en luz.
Música y sonidos: Escuchar música relajante o sonidos de la naturaleza puede ayudar a elevar tu vibración y limpiar el ambiente. También puedes usar cuencos tibetanos o campanas para crear un espacio armonioso.
Ejercicio físico: La actividad física, como el yoga o el baile, no solo mejora tu salud, sino que también ayuda a liberar tensiones y energías estancadas.
Intención y afirmaciones: Escribe tus afirmaciones y colócalas en un lugar visible, como en el espejo del baño o en tu escritorio. Repite estas afirmaciones diariamente para reforzar tu intención de limpiar y proteger tu energía.
Prácticas de gratitud: Llevar un diario de gratitud puede ayudarte a enfocarte en lo positivo y a liberar energías negativas. Cada día, escribe tres cosas por las que estés agradecido.
Rituales de cierre: Al final del día, dedica unos minutos a reflexionar sobre lo que has vivido. Puedes encender una vela y agradecer por las experiencias del día, liberando cualquier carga emocional.
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