Los más habitual es que al planificar tus vacaciones busques alojamientos clásicos, como un hotel o apartamento convencional, que te permita ir y volver de la playa con comodidad. Y la verdad es que es un plan sensacional, pero hay ocasiones en las que el cuerpo nos pide un cambio de aires y disfrutar de unas vacaciones diferentes. Así que, quizás ha llegado el momento de que conviertas tu viaje en una experiencia única, y te animes a descubrir los alojamientos más originales que hay en España. Vayas sola, con amigos o familia, lo cierto es que merece la pena conocer cada uno de ellos.
En Asturias, y a solo 3 minutos de la playa, se encuentra el Yate Gijón, un barco convertido en hotel que ofrece un alojamiento exclusivo, que no tendrás que compartir con nadie más, con terraza y aparcamiento privado. Si vas a disfrutar de unos días junto al mar, ¿por qué no dormir sobre él? Además, tienes la opción de contratar el barco para salir a navegar y disfrutar de la experiencia completa.
El Faro Isla Pancha se encuentra en Galicia, junto a la Ría de Ribadeo. Se trata de un islote en el que se levantó un faro en 1857, y que dejó de estar activo cuando se construyó un nuevo faro en 1983. Junto al antiguo faro se encuentra un alojamiento turístico único, con dos apartamentos para 4 personas y jardín propio. Se trata de un espacio natural en el que estarás rodeada por el mar, además de por eucaliptos, pinos y laurel. Y desde allí, puedes acercarte a visitar la famosa Playa de las Catedrales.
Este hotel te atrapa desde el primer instante por la belleza de su arquitectura y su ubicación privilegiada. Es el Le Cols Pavellons, cerca del Parque Natural de la Garrotxa y a solo una hora de Girona. Inspirado en los alojamientos más zen de Japón, los dormitorios tienen las paredes de cristal, camas tipo futón y cuentan con un onsen de aguas termales. Es posible que con estar allí no necesites nada más para relajarte, pero si buscas emociones te ofrecen hasta la posibilidad de contratar un viaje en globo.
Nos referimos a las espectaculares cuevas bioclimáticas Las Nubes, en Guadalajara. Perdidas en los campos manchegos y con vistas al río Tajo, estas cuevas apuestan por la regulación térmica natural para su climatización, de manera que están frías en verano y calientes en invierno sin necesidad de usar calefacción ni aire acondicionado. Todas ellas disponen de terraza, jacuzzi y chimenea, con una decoración limpia y blanca, que favorece la desconexión y la inmersión en la naturaleza.
El nuestro es un país de castillos, y algunos de los que están perfectamente conservados se han convertido en alojamientos de lujo para vivir una auténtica experiencia medieval. En Salamanca se encuentra el impresionante Castillo de Buen Amor. Un castillo del siglo XV en el que podrás dormir en habitaciones de piedra con vistas a las murallas, al foso y a la naturaleza.