Para sentirnos jóvenes y llenos de energía debemos introducir cambios en nuestra forma de cuidarnos a medida que vamos cumpliendo años. Por ejemplo, aquellos que permitan ayudar a acelerar el metabolismo a partir de los 40, ya que puede volverse más lento. El conjunto de nuestros hábitos diarios influyen a la hora de activarlo, pero hay uno muy sencillo que puede tener un gran impacto sobre él y que nunca habrías imaginado. ¡Te lo contamos!
Efectivamente, no se trata solo de beber abundante agua durante el día. También, en la medida de lo posible, hay que beberla fría si lo que estás buscando es activar el metabolismo. Puede sonarte a truco de la abuela, por eso vamos a contarte las razones de peso que se encuentran tras este consejo y que influyen tanto en tu metabolismo como en tu bienestar general. ¡Sigue leyendo!
Este gesto tan sencillo es efectivo porque al beber agua fría tu cuerpo experimenta un fenómeno conocido como "termogénesis inducida por el frío". Y esto quiere decir que, al enfriarse tu cuerpo tras beber el agua, su reacción es entrar en calor para compensar el cambio de temperatura y así poder calentarlo. En este proceso el cuerpo quema calorías extra y se produce una aceleración del metabolismo.
Puedes tomarte un buen vaso de agua fría en cualquier momento del día, pero si quieres aumentar aún más su efectividad para activar el metabolismo, hazlo antes de las comidas. Beber agua, de por sí, ya aumenta el gasto energético si la tomas antes de comer y te ayuda a saciarte. Si además, la tomas fría, se multiplican sus virtudes a la hora de poner tu metabolismo en marcha.
Por supuesto, no debes limitar la ingesta de agua a estos momentos puntuales, sino que lo ideal es que bebas agua a lo largo de todo el día. Que tu organismo se mantenga bien hidratado es fundamental para que tu metabolismo esté tan activo como deseas. También puedes incluir infusiones como el té verde o el té azul, que tienen propiedades asociadas la pérdida de peso y a la activación del metabolismo.
Como te decíamos al principio, el conjunto de hábitos diarios es lo que realmente consigue activar el metabolismo. Beber agua fría es una de las recomendaciones, además de resultar muy sencillo de llevar a cabo. Pero, además, no olvides otros hábitos muy beneficiosos para tu metabolismo y tu bienestar general como hacer deporte, no saltarte ninguna comida, aumentar la ingesta de proteínas o descansar lo suficiente cada noche.