La guía 'The World’s 50 Best Restaurants' ha hecho su anhelada lista de cada año de mejores restaurantes del mundo en los que comer. Y lo de este 2024 ha supuesto un impulso aún más grande, si cabe, a la gastronomía española: cinco de los 50 locales se encuentran en nuestro país… incluyendo al que encabeza la lista.
En Divinity hemos querido saber un poco más de estos cinco templos de la buena gastronomía. Si nos quisiéramos dar un capricho, ¿cuánto costaría el cubierto y qué tipo de delicias podemos probar? Hemos dado una vuelta virtual por sus fogones y os traemos lo más destacado de cada uno.
Elkano es el restaurante que creó en 1964 Pedro Arregi en Guetaria (Guipúzcoa), y que hoy su hijo Aitor ha llevado con mano maestra hasta el puesto 28 de la lista. Como seguidores de la cocina y el consumo sostenibles, la carta varía dependiendo de lo que cada día lleven los arrantzales (pescadores) a la cocina. Aitor Arregi defiende el minimalismo extremo en la cocina, por lo que una de las principales virtudes de su oferta gastronómica es el respeto máximo al producto.
Las clásicas kokotxas de la cocina tradicional vasca, pescados asados con una técnica especial que le enseñó su aita o carnes de primerísimo nivel componen, junto a los vegetales, la principal oferta de Elkano. Su menú degustación, que cambia cada día, se compone de ocho platos y cuesta 195 euros.
Dicen que la vista es un sentido más para estimular el apetito: en el caso del restaurante Quique Dacosta (restaurante y chef tienen el mismo nombre) en Denia, que ocupa el puesto 14 de los mejores restaurantes del mundo, el aspecto visual en su cocina se sublima hasta convertir cada plato en una obra de arte.
Durante años de investigación y creación, el chef Dacosta ha terminado inaugurando lo que se ha dado en llamar “nueva cocina valenciana”, donde la vista y el paladar viajan a través de menús tan extensos como espectaculares. El menú degustación de este singular restaurante se llama "Por amor al arte", consta de 40 platos inspirados en la cultura mediterránea (como el brioche ahumado de pescadilla clochina y guisante lágrima o el guiso de cacahuete con anguila) y cuesta 295 euros por persona sin incluir las bebidas.
El nombre ya lo dice todo: diversidad y diversión. Porque Dabiz Muñoz juega a romper todos los límites dentro de una cocina. Por eso sus platos son una mezcla de creatividad y sorpresa, donde lo que parecía incombinable aparece ante tus ojos (y tu paladar) convertido en una explosión de sabores que no se parece a nada que hayas probado antes.
El restaurante, que el año pasado ocupaba el tercer puesto de la misma lista y hoy continúa en un dignísimo cuarto lugar, es una locura en el mejor de los sentidos, desde que llegas hasta que te vas. Porque comer allí es más que comer: es una experiencia única que incluye la decoración, el mobiliario y hasta la ropa del equipo.
El menú "La cocina de los cerdos voladores" es un recorrido por los sabores del mundo lleno de sorpresas que el chef prefiere no desvelar, compuesto por cinco aperitivos y 20 platos que no tienen un orden predeterminado y que convertirán ese día en algo inolvidable. Eso sí, el precio, como imaginarás, no es pequeño: 450 euros por persona.
Catorce platos componen el menú degustación del restaurante de Víctor Arguinzoniz, que salvo en 2009 siempre ha estado en esta exclusiva lista (este año en el número dos). ¿Los motivos? La calidad excelsa del producto, el uso casi exclusivo de la parrilla para elaborar todo el menú y el respeto a la tradición de la cocina vasca. Ah, y por supuesto, el entorno, que es casi mágico.
Tosta de anchoas, gamba roja de Palamós o su espectacular helado de leche con remolacha son algunos de los regalos para el alma que Arguinzoniz confecciona cada día en Axpe (Vizcaya). Su precio: 280 euros por persona (no incluye las bebidas).
El Bulli de Ferran Adrià fue y sigue siendo la mejor cantera de restauradores del país. Y para muestra, este botón. Disfrutar es un proyecto que nació entre tres chefs -Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas- que se conocieron allí. Hace diez años que montaron el que hoy es el mejor restaurante del mundo y ya se han hecho con este honor.
Por supuesto, la depuradísima técnica y la elegancia son marca de la casa, sin olvidar la maestría de la presentación, donde vanguardia y tradición se dan la mano. Cualquiera de sus dos menús ("El Clásico" y "El Festival") ofrecen 30 platos por el mismo precio, 290 euros: desde sepia al estilo tailandés con coco multiesférico hasta el famosísimo sándwich de gazpacho congelado o este magnífico postre, collar de perlas de lichi.