Técnicas eficaces para conservar bien la comida en verano y evitar intoxicaciones alimentarias

  • En Divinity te damos recomendaciones y buenas prácticas de seguridad alimentaria durante las altas temperaturas basadas en los consejos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)

  • ¿Te has preguntado qué puede ocurrir si consumes alimentos contaminados? La respuesta es clara: intoxicaciones alimentarias, ya sea por las toxinas que producen las bacterias o por las bacterias mismas

  • Alimentos que no es recomendable llevar a la playa en verano: ni tortilla, ni embutidos

Barbacoas, picnics, playas (y calas), piscinas, bares, parques... El verano es una época ideal para disfrutar al aire libre y pasar tiempo fuera de casa. Sin embargo, las altas temperaturas también facilitan el crecimiento de bacterias en los alimentos, incrementando el riesgo de intoxicaciones alimentarias. Estas enfermedades son causadas por la ingesta de alimentos contaminados con gérmenes patógenos, toxinas, virus o parásitos, que prosperan especialmente entre 4°C y 60°C, una franja de temperaturas conocida como la "zona de peligro". Además, hay algunos alimentos que no es recomendable llevar a la playa, como puedes descubrir en el siguiente vídeo.

¿Te has preguntado qué puede ocurrir si consumes alimentos contaminados? La respuesta es clara: intoxicaciones alimentarias, ya sea por las toxinas que producen las bacterias o por las bacterias mismas. Los síntomas, que incluyen vómitos, diarrea, calambres abdominales y fiebre, pueden manifestarse tanto unas horas como varios días después de la ingesta. Por eso, es esencial mantener una correcta higiene y seguir prácticas adecuadas de conservación de alimentos. Aquí te presentamos técnicas fundamentales para conservar bien la comida en verano y prevenir enfermedades, basadas en los consejos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) para garantizar la inocuidad de los alimentos durante los meses de calor. 

1. Compra (y come) alimentos higiénicamente tratados. A la hora de ir a comprar al súper, fíjate en los alimentos en su forma entera (sin cortar) o en alimentos que hayan sido manipulados y tratados adecuadamente. Evita consumir leche cruda sin pasteurizar y asegúrate de que las carnes, pescados y dulces estén refrigerados o congelados. En restaurantes, pregunta por el uso de ovoproductos en platos que contengan huevo crudo, como mayonesas y salsas. En casa, come estos alimentos inmediatamente después de prepararlos y refrigera las sobras de inmediato. 

2. Cocina correctamente los alimentos. Cocinar los alimentos a temperaturas adecuadas es esencial para eliminar los microorganismos dañinos. ¿Y qué es lo adecuado? Cuando los alimentos alcanzan al menos 70°C en el centro durante dos minutos. Para carnes y pescados, guía el proceso de cocción observando el cambio de color en el centro del producto. 

3. Come inmediatamente después de cocinarlos. Evita dejar los alimentos cocinados a temperatura ambiente, ya que esto puede favorecer la proliferación de gérmenes.  

4. Conserva correctamente los alimentos cocinados. Las sobras de comidas deben refrigerarse lo más pronto posible, evitando que permanezcan a temperatura ambiente por más de 2 horas. Si necesitas guardar las sobras, asegúrate de mantener los alimentos por encima de 60°C o por debajo de 5°C. 

5. Recalentar solo una vez. Recalentar los alimentos es una práctica común, pero es importante hacerlo de manera segura para prevenir intoxicaciones alimentarias. En general, se recomienda recalentar los alimentos solo una vez. Cada vez que un alimento se calienta y luego se enfría, hay un riesgo potencial de crecimiento de bacterias dañinas si no se manejan correctamente las temperaturas. 

6. Recalienta bien. Cuando haya que volver a calentar las sobras, debemos hacerlo a temperaturas suficientes para eliminar posibles patógenos. Calienta las sobras a, al menos, 70°C durante dos minutos. Si utilizas un microondas, sigue las instrucciones del fabricante para asegurarte de alcanzar la temperatura adecuada. 

7. No juntes alimentos crudos y cocinados. Un alimento cocinado puede contaminarse nuevamente si entra en contacto con alimentos crudos o superficies contaminadas. Usa utensilios y tablas de cortar separados para alimentos crudos y cocinados. Además, evita el uso de trapos de cocina para limpiar superficies; opta por papel de cocina desechable. 

8. Mantén una correcta higiene personal y de superficies. Las personas que manipulan alimentos deben mantener una estricta higiene personal. Lávate las manos con frecuencia y asegúrate de que las superficies y utensilios de cocina estén limpios. Guarda la basura en recipientes cerrados y lejos de los alimentos para evitar contaminaciones. 

9. Protege los alimentos de insectos y animales. Los animales y los insectos pueden ser portadores de patógenos. Mantén los alimentos bien tapados y fuera del alcance de mascotas, roedores y otros animales para evitar la contaminación. 

10. Utiliza agua potable. El agua potable es esencial tanto para beber como para preparar alimentos. Utiliza siempre agua embotellada o del grifo si es potable. No uses agua de pozos que no haya sido potabilizada, ya que puede contener microorganismos perjudiciales. 

11. No tomes alimentos perecederos expuestos a temperatura ambiente. En bares, cafeterías y restaurantes, los alimentos perecederos deben estar protegidos y conservados adecuadamente. Asegúrate de que estos alimentos estén refrigerados y evita consumir aquellos que han estado expuestos a temperatura ambiente. 

12. Cuando salgas, conserva la cadena de frío. La cadena de frío es crucial para mantener los alimentos seguros durante el verano. Por ello, guarda los alimentos que necesiten frío en una nevera portátil justo antes de salir. Usa placas de frío siempre que sea posible. Si usas cubitos de hielo, asegúrate de que el agua derretida no entre en contacto con los alimentos. Coloca la nevera a la sombra y evita abrirla innecesariamente. Mantén los alimentos en la nevera portátil hasta justo antes de consumirlos. 

13. Preparativos antes de salir: Mantén los alimentos cocinados en el frigorífico hasta última hora. Cuaja bien la tortilla y consérvala en la nevera hasta el momento de salir. Usa recipientes adecuados para cada alimento y separa los alimentos crudos de los cocinados. Lava adecuadamente toda la fruta y verdura. 

14. Consejos para la barbacoa: Usa maderas no resinosas y de primer uso para las brasas. Saca la carne o el pescado de la nevera portátil cuando las brasas estén listas. Cocina los alimentos de manera uniforme y evita quemarlos excesivamente para prevenir la formación de sustancias cancerígenas. Evita la contaminación cruzada utilizando utensilios diferentes para alimentos crudos y cocinados. 

Adoptar prácticas adecuadas de manipulación y conservación de alimentos es esencial para prevenir problemas gastrointestinales, especialmente en verano. Siguiendo estas recomendaciones, podrás disfrutar de alimentos seguros y proteger la salud de tu familia durante la temporada estival. Recuerda que la prevención comienza en casa, y cada pequeño gesto contribuye a garantizar que los alimentos que consumimos sean seguros y saludables.