Nuestra alimentación se adapta a las distintas épocas del año. Así que ahora que ha llegado el calor, les damos su merecido descanso a los guisos de cuchara, calientes y contundentes, que nos han acompañado durante el invierno. Es momento de pensar en comidas de verano frescas, ricas y fáciles de hacer para sobrellevar las altas temperaturas. Estas propuestas son las que necesitas para preparar en casa y comer en cualquier momento del día, llevarte a la oficina, a la playa o a la piscina. No te compliques la vida y combina estas propuestas durante las próximas semanas que, qué duda cabe, son las más calurosas del año.
Un gazpacho fresquito y casero es un chute de vitaminas y nutrientes para tomar a cualquier hora del día, bien como entrante, bien como aperitivo. A la cabeza siempre el gazpacho andaluz más tradicional, pero introduce la variedad en tu cocina y atrévete con el exquisito gazpacho de cerezas, el de remolacha, el de aguacate o el de sandía.
Las legumbres no deben faltar en nuestro menú en ningún momento del año. Seguramente en invierno las prepares guisadas, pero en verano esa opción resulta casi impensable. Engánchate a las ensaladas de garbanzos, alubias o lentejas, que puedes combinar con todo tipo de vegetales frescos, quesos o verduras al vapor.
Los mejillones son bajos en grasa, ligeros y muy ricos en proteínas, por lo que son perfectos para tomar en cualquier momento del verano. Nos encantan en escabeche o al vapor con un chorrito de limón, pero si te animas a preparar una vinagreta, os vais a chupar los dedos.
No hay verano sin ensaladilla rusa, así que no podemos prescindir de ella en este listado. Bien fría, hecha en casa y con mayonesa envasada para evitar riesgos en verano, es el recurso que nunca debes pasar por alto a la hora de elaborar tu menú en estas fechas. Si dispones de poco tiempo, puedes encontrar las verduras congeladas ya cortadas, listas para cocer y mezclar con atún, huevo y aceitunas.
Si no te da pereza (es decir, calor) encender el horno, una bandeja de verduras asadas con carne o pescado es una comida o cena ideal. Pero imaginando que quieres bajar los grados en tu cocina, te proponemos que cortes diferentes verduras en juliana y las hagas salteadas en la sartén. Luego solo tienes que mezclarlas con gambas, pollo o pescado a la plancha y disfrutar de un sabroso y nutritivo plato.
La ensalada de pasta es tan importante en verano como la ensaladilla rusa. Puede que no te apetezca comerte unos espaguetis a la boloñesa o a la carbonara. En cambio, la pasta mezclada con brotes de lechuga, tomate, rúcula o canónigos, mango, atún, cebolla, etc., bien fresquita y con un toque de acetite o mayonesa, es un plato super completo y muy rico.
Al igual que ocurre con las legumbres, no hay excusas para prescindir de las verduras cuando llega el verano. Si no quieres complicarte, piensa en las cremas que tomas calientes en invierno y, sencillamente, déjalas enfriar antes de tomarlas. Hazlas más atractivas con toppings como picatostes, jamón serrano o huevo duro cortado en pequeños trozos.
Los bocadillos nutritivos y refrescantes son perfectos para una cena rápida o para llevar contigo a la playa o la piscina. Si quieres algo diferente, sustituye el pan por una tortilla de harina de trigo o wrap con la que envolver pollo, cerdo o gambas, acompañados de tomate, queso, cebolla ¡o lo que te apetezca!
Hazte con una bolsa de palos de brocheta y deja volar tu imaginación. Brochetas solo de carne, solo de verduras, o mixtas. Brochetas con queso, brochetas de gambas, brochetas de frutas… Siempre es momento de brochetas y lo mejor es que puedes prepararlas casi con cualquier cosa que tengas en la nevera.
Terminamos con otro de los éxitos de la gastronomía veraniega nacional, la ensalada de patata. Insistimos en que no debemos descartar ningún plato típico y menos esta ensalada. Rica, fácil de hacer, muy completa y saludable, podría merecerse el primer puesto de la lista y compartirlo con el gazpacho. Dicho queda.