¿Quién no ha fantaseado alguna vez con dejarlo todo y cambiar de vida? Si el algoritmo de Instagram te sirve unos cuantos reels de ‘tiny houses’ de ensueño después de pelearte con tu casero por alguna reparación que no quiere hacer, la idea de cambiar de estilo de vida parece incluso más atractiva.
Juan y Sandra son “una pareja viajera”. Son músicos profesionales y creadores de contenido en Instagram, YouTube y TikTok como juanandsandratraveling. También son quienes han hecho eso con lo que algunas personas fantasean (y, en este caso, lo comparten en las redes sociales). Han dejado su piso de alquiler y se han ido a vivir en una caravana.
El empujón se lo dieron los precios del mercado inmobiliario. “La idea de la caravana surgió después de ver varias opciones para nuestra vida”, nos explican. “Llevábamos meses haciendo visitas a casas prefabricadas porque estábamos buscando una opción más barata”, cuentan. En septiembre del año pasado, les quisieron subir la renta 200 euros más mensuales (en Inglaterra, donde viven, aunque su historia resonará en muchas más geografías). Ese fue el empujón final.
“Llevábamos más de medio año pensando en cambiar nuestra vida”, explican. “Hicimos un primer viaje en camper por Islandia en 2023 que nos hizo replantearnos todo”, dicen. Un nuevo viaje, esta vez por México, les hizo sentir que tenían que hacer ese cambio. “Al empezar a viajar de forma más continua fue cuando cambió nuestro modo de vida”, apuntan.
Dejar de vivir en una casa convencional para hacerlo en una caravana bajó sus costes de vida. “Sabíamos que vivir de forma alternativa iba a hacer que los gastos bajaran considerablemente”, señalan. “Actualmente, después de más de medio año viviendo de esta forma, te podemos confirmar que los gastos se han reducido a algo más de la mitad”, nos cuentan, “y eso que vivimos en un camping que no es de los más baratos”. Por su trabajo como músicos, deben guardar material caro, lo que los llevó a buscar uno que les ofreciese alta seguridad para aparcar su caravana. Pero existir, cuentan, existen opciones más baratas.
El ahorro es uno de los grandes beneficios de este cambio. No es el único. “Lo mejor de vivir en caravana es darte cuenta de que no necesitas tantas cosas materiales para vivir”, reconocen. “También valoramos la tranquilidad de vivir en el campo —una granja en nuestro caso— y tener una terraza enorme para disfrutar con buen tiempo”, apuntan. “Lo malo, principalmente es el espacio”, señalan.
¿Podría vivir todo el mundo en una caravana? “Creemos que no es para todo el mundo, porque es un cambio muy radical”, responden y suman “también siempre va a depender de cada persona y sus prioridades”.
Las razones que empujan a muchas personas a hacer estos cambios de vida están muy conectadas con la economía. Cuando las’ tiny houses’ se pusieron de moda, lo hicieron porque era la única vía accesible para acceder a una vivienda. ¿No estamos quizás 'glamurizando' la precariedad hablando de cambiar de vida de esta manera?
“No es la primera vez que nos lo dicen, y entendiendo a que se refieren, pero no deja de ser un prejuicio”, señalan Juan y Sandra. “Vivimos en un mundo en el que en las grandes ciudades muchas personas viven compartiendo casa, teniendo que convivir con gente que ni conocen”, explican. “Al final es una alternativa de vida”, señalan.
“Nosotros decidimos dejar de pagar un alquiler que nos parecía abusivo y en lugar de ‘darle’ el dinero a otra persona, decidimos coger ese dinero y disfrutar más de la vida”, aseguran. “Ahora salimos y viajamos muchísimo más. En definitiva, tenemos más dinero para gastar en nosotros y no nos sentimos precarios ya que ¿qué es la precariedad?
¿Alquilar una casa, piso o habitación y no tener ahorros ni poder salir a cenar, viajar, conocer mundo? ¿O por otro lado decidir vivir de una forma alternativa y disfrutar de la vida a tu manera ya que dispones de más dinero para ti mismo?”, suman.
“Sin meternos en mucha polémica, a día de hoy quien no tenga una casa propia y tenga que alquilar con un sueldo medio, es muy difícil que pueda ahorrar”, reconocen, “y estamos hablando por experiencia propia y por amigos que nos cuentan su situación”.
Desde su perspectiva y su experiencia, este cambio de vida es todo lo contrario a la precariedad. “No creemos que sea una forma de vida precaria, ya que cumple con todos los requisitos para vivir cómodamente. Tenemos nuestro espacio personal, no compartimos con nadie”, apuntan. Y suman: “es más, al pagar menos trabajamos menos horas y tenemos más calidad de vida, menos estrés y mejor salud mental porque dedicamos más tiempo a nosotros mismos”.