Buscar piso siempre ha tenido algo de estresante, pero podía combinarse con la ilusión y la esperanza de dar con un nuevo hogar mejor que el anterior. En los últimos años, sin embargo, el estrés parece dominar la situación: en la última década, el precio de los alquileres ha subido un 51,4%, mientras que los salarios han aumentado solo un 3,4%, según un informe de Fotocasa e Infojobs. Con estadísticas como esta, no sorprenden datos como el que se publicó a finales de 2023 en un estudio: las personas que viven de alquiler envejecen peor que las que viven en propiedad. Aun así, a veces se da con espacios que nos podemos permitir y que no están mal a primera vista. Tras un tiempo viviendo ahí, sin embargo, la ilusión puede empezar a derrumbarse.
“Llevo desde 2017 en este piso y cada año he ido descubriendo cosas”, cuenta Ana sobre su vivienda actual. Entre sus descubrimientos, “que la bañera no era blanca, estaba pintada por encima y ahora se desconcha; el rodapié de la cocina estaba pegado con cinta adhesiva por dentro y ahora se cae, o la puerta del armario solo cuenta con dos tornillos (para las cuatro bisagras que lo sujetan)”. Una mañana, mientras se vestía, se le cayó la puerta de ese armario encima. Su conclusión tras esta experiencia está clara: “no alquiles un piso sin pasarle una ITV”, bromea.
Sin embargo, esa inspección que muchos futuros inquilinos querrían pasarle a esa vivienda antes de pagar fianzas, avales, seguros y la mensualidad no existe. Cuando se alquila, no se puede saber si los vecinos hacen ruido, si la relación con el casero o la inmobiliaria será fluida o inexistente o si habrá goteras los días de lluvia. Solo se tiene la información de los anuncios de las inmobiliarias o de los propietarios y lo que se ve en esa rápida visita al inmueble. Si Ana hubiese podido hablar con los inquilinos anteriores, tendría una idea más precisa de lo que alquilaba. Quizá se hubiese mudado igual, pero sabiendo dónde se metía.
Este es el razonamiento principal que llevó a la creación de Reviu, una plataforma de reseñas y opiniones de pisos reales que se lanzó a principios de junio. “A diferencia de lo que pasa con cualquier otro producto, con cualquier otro bien o cualquier servicio, no tienes manera de saber cuál ha sido la experiencia de quien ha vivido en esa casa antes”, explica Jaime Palomera, director del Área de Vivienda y Ciudad del Institut de Recerca Urbana de Barcelona (IDRA), responsables de Reviu. “Esto genera básicamente mucha opacidad y es fuente también de malas experiencias. Además, no se reflejan las buenas experiencias, saber que el piso está bien y que vas a tener un buen trato”, señala.
Al entrar en Reviu, que incluye de momento solo pisos de Barcelona, se pueden leer algunas reseñas destacadas que se eligen de forma aleatoria. “Piso correcto antiguo con poca luz”; “luminoso y caluroso”; “el piso está bien, pero el trato de la agencia no”. Si se pincha en alguna de ellas, se puede leer más información: cuánto se pagaba al entrar y al salir, las cosas buenas del piso y las malas, valoración sobre aspectos como la luz, la temperatura (en verano e invierno) o el ruido, sobre el trato recibido por parte del casero y de la inmobiliaria, sobre la comunidad de vecinos (si hay pisos turísticos, por ejemplo) y sobre la zona. En algunas, han añadido también fotos.
En todas ellas hay una pregunta final obligatoria: ¿recomendarías este piso a un amigo? Ahí solo puedes elegir sí o no, pulgar hacia arriba o hacia abajo. “De esta manera, cuando hay una mala experiencia queda muy claro, no se recomienda. En cambio, cuando la experiencia quizá no ha sido óptima, pero tampoco puedes decir que haya sido mala, mucha gente sí escoge el pulgar hacia arriba”, señala Palomera.
La acogida en estas primeras semanas ha sido muy buena y ya cuentan con varios centenares de reseñas. Son todas totalmente anónimas, algo que recuerdan conforme se va rellenando el formulario. También intentan no ser un repositorio de gente enfadada con sus antiguos caseros o inmobiliarias. “Reviu te va recordando que es muy importante que seas concisa, pero también amable, que queremos fomentar buenas prácticas”, explica Palomera. Por esta razón, a la hora de valorar la gestión, piden a quien está dejando su opinión consejos que darían al casero o a la agencia para mejorar la experiencia de los siguientes inquilinos.
Además, revisan todas las reseñas antes de publicarlas para asegurarse de que no se identifica a nadie (decir “el vecino del segundo es insoportable” no está permitido) y las verifican. “Lo primero que se hace es comprobar que la persona que ha dejado la reseña sea real”, asegura. Aunque todo es confidencial y desde fuera no se sabrá quién ha publicado qué, “las personas tienen que dejar nombre apellidos y otros datos”. Además, si en Reviu tienen alguna duda, contactarán con el autor o autora de la reseña para resolverla antes de publicar.
En cuanto a si hay más reseñas negativas o positivas, de momento hay de todo. “Concretamente sobre la relación con propietarios e inmobiliarias, es verdad que hay un número importante de reseñas críticas, pero también hay reseñas bastante positivas o muy positivas donde dicen, ‘pues aquí viví los mejores años de mi juventud antes de tener hijos’ o ‘mi relación con el propietario fue mucho mejor que en otros pisos’”, ejemplifica Palomera.
Una de las cosas que quizá ha sorprendido más al equipo de Reviu sobre la acogida de la plataforma es que las inmobiliarias están muy atentas a lo que se va publicando. “Ya se han puesto en contacto con nosotros algunas inmobiliarias interesadas sobre todo en poder responder a las reseñas”, indica Palomera. Este derecho a réplica, que todavía no es posible, sí está entre los planes de Reviu para los próximos meses.
Otro de los mensajes que más reciben es el de personas interesadas en tener Reviu en otras ciudades, algo que también está entre los planes de la plataforma. “A final de año nos gustaría ya ampliar el radio de acción y estar en más lugares. Desde luego, tenemos en la cabeza que más pronto que tarde podamos estar de entrada en las otras grandes ciudades como Madrid, Valencia o Málaga. El objetivo final es que Reviu esté en toda España”, señala Palomera.
Quizá en no muchos años, a la hora de buscar piso, ver reseñas de los inmuebles en alquiler (y, por qué no, venta) pase a ser tan normal como, en la actualidad, decidir dónde cenar tras leer las opiniones de otras personas. La ITV a la que hacía referencia Ana ya no será necesaria.