El final del verano llega, y con él, la temida "vuelta al cole". Este término, que a menudo asociamos con los más pequeños, también afecta a los adultos, que deben adaptarse nuevamente a la rutina laboral, los compromisos y, en muchos casos, la gestión del hogar. No es raro que en esta época del año muchos sientan una falta de energía, una especie de resaca veraniega que puede hacer que los primeros días de septiembre se sientan como una cuesta interminable.
La buena noticia es que hay formas naturales de recuperar la vitalidad y afrontar este regreso con la mejor cara posible. Las vitaminas y suplementos juegan un papel crucial en ayudarnos a mantener nuestros niveles de energía altos, mejorando no solo nuestro rendimiento físico, sino también nuestra salud mental. Aquí te contamos cuáles son los más recomendados para que esta vuelta al cole sea más llevadera:
1.Vitamina B12: La vitamina B12 es una de las más desconocidas cuando hablamos de energía. Es esencial para la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso, lo que se traduce en una mejor oxigenación del cuerpo y un cerebro más activo. Cuando los niveles de B12 están bajos, es común sentir fatiga, debilidad y falta de concentración, síntomas que nadie quiere experimentar cuando intenta retomar la rutina. Incorporar alimentos ricos en B12, como carnes magras, pescado, huevos y lácteos, es una excelente manera de mantener niveles adecuados. Para aquellos que siguen una dieta vegana o vegetariana, los suplementos son esenciales, ya que la B12 se encuentra principalmente en productos de origen animal.
2.Hierro: El hierro es otro mineral vital que, cuando está en deficiencia, puede causar una sensación de cansancio profundo. Este mineral es clave en la producción de hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno por todo el cuerpo. Sin suficiente oxígeno, los músculos y otros tejidos no pueden funcionar adecuadamente, lo que se traduce en un estado de agotamiento constante. Especialmente para las mujeres, que pueden perder hierro durante la menstruación, y los deportistas, que lo consumen más rápido, un suplemento de hierro puede marcar la diferencia. Además, es útil combinar el hierro con vitamina C, ya que esta última mejora su absorción.
3.Vitamina D: A medida que los días se hacen más cortos, la exposición al sol disminuye y con ella, nuestros niveles de vitamina D. Esta vitamina no solo es crucial para mantener unos huesos fuertes, sino que también juega un papel en el mantenimiento de la energía y el estado de ánimo. De hecho, la falta de vitamina D está asociada con trastornos como la depresión estacional, que puede hacernos sentir aún más apagados durante los meses de otoño e invierno. La mejor fuente de vitamina D es el sol, pero si tu rutina no te permite pasar mucho tiempo al aire libre, un suplemento diario puede ser una solución efectiva. Además, también puedes encontrar vitamina D en alimentos como pescados grasos (salmón, atún), huevos y productos lácteos fortificados.
4.Magnesio: El magnesio es uno de esos minerales que a menudo pasamos por alto, pero que desempeña un papel crucial en la producción de energía. Este mineral participa en cientos de procesos bioquímicos en nuestro cuerpo, incluido el metabolismo energético. Un nivel bajo de magnesio puede manifestarse en forma de fatiga, calambres musculares y dificultad para dormir, lo que puede agravar la sensación de cansancio durante el día. Para asegurar una ingesta adecuada de magnesio, puedes optar por alimentos como nueces, semillas, legumbres y verduras de hoja verde. Si consideras que tu dieta podría estar faltando en magnesio, un suplemento puede ser de gran ayuda.
5.Coenzima Q10: La coenzima Q10 es un antioxidante que nuestro cuerpo produce naturalmente y que es esencial para la producción de energía a nivel celular. Con el tiempo, nuestros niveles de CoQ10 disminuyen, lo que puede contribuir a la fatiga y la disminución del rendimiento físico. Aumentar la ingesta de CoQ10 a través de suplementos puede ayudar a mejorar la energía, especialmente en personas mayores o en aquellos que toman medicamentos que reducen los niveles de esta coenzima.
6.Ginseng: El ginseng es una raíz conocida por sus propiedades adaptógenas, lo que significa que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés y la fatiga. El ginseng siberiano, en particular, es famoso por su capacidad para aumentar la energía y la resistencia física sin los efectos secundarios de otros estimulantes como la cafeína. Tomar ginseng durante las semanas más estresantes puede ayudarte a mantenerte alerta y con energía, pero es importante recordar que, como con cualquier suplemento, es mejor consultarlo con un profesional de la salud antes de empezar su consumo.
7.Omega-3: Los ácidos grasos omega-3 son conocidos por sus beneficios para la salud cardiovascular, pero también juegan un papel clave en la función cerebral. Estos ácidos grasos ayudan a mantener la membrana de las células cerebrales flexible, lo que mejora la comunicación entre neuronas. Esto se traduce en una mente más clara y una mejor concentración, aspectos fundamentales cuando se trata de gestionar múltiples tareas en la vuelta al trabajo. El pescado graso como el salmón, las nueces y las semillas de lino son excelentes fuentes de omega-3. Si no consumes estos alimentos regularmente, un suplemento de omega-3 puede ser una buena opción para mantener tu cerebro en forma.
Si bien los suplementos y vitaminas pueden ser un gran apoyo para mejorar los niveles de energía, es crucial complementarlos con una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales, así como asegurarte de mantener una buena hidratación y una rutina de sueño regular para que tu cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios y se recupere adecuadamente.