La presión mediática que existe en torno al peso ha sido uno de sus caballos de batalla. A lo largo de estos 20 años de carrera, su físico ha ido evolucionando. Que si más delgado, que si más musculado, que si con más o menos kilos. Y las críticas siempre estaban ahí para incrementar esa inseguridad que le nace a todo mortal, por muy vip que sea. David Bustamante ya ha hablado en más de una ocasión de los quebraderos de cabeza que le ha generado subirse a la báscula. Pero nunca lo ha verbalizado con tanta contundencia como en su última intervención en 'El show de Bertín', el programa que presenta su colega Osborne en Andalucía.
Todo comenzaba con una conversación sobre la crisis de los 40. A dos años de llegar a esta cifra redonda, el programa quería plantearle al cantante cómo se encontraba ante este escalón vital. Él bromeaba sobre esos pequeños gestos de rebeldía como dejarse "media melenita", volver al pendiente o comprarse "una motillo". Y también sobre su presencia continuada en el gimnasio, algo que le dio pie a extenderse sobre cómo se siente con su físico.
"Yo he tenido una mala relación con la comida, durante un tiempo la usaba como premio y luego me hacía sentirme mucho peor, me castigaba. Es una lucha muy dura", confesaba. Ponía sobre la mesa temas como la ansiedad o el estrés, sus principales problemas que, en lo palpable, provocaban este vaivén de kilos que se ha ido produciendo en varias etapas de su vida pública. En 2018, coincidiendo con su divorcio de Paula Echevarría, ya le sucedió, cuando ganó peso y, con el tiempo, bajó diez kilos a base de una rutina de ejercicios y de centrarse más en sí mismo.
Durante la cuarentena le pasó algo similar. Ganó ocho kilos, tal y como ha contado ahora, y tras su vuelta al gimnasio ha vuelto a estabilizarse. "Como no tenía nada que hacer, me dio por cocinar. La verdad es que me sale muy bien, y me ponía 'como el tito", contaba con sentido del humor. Eso sí, con unas palabras tajantes hacia aquellos usuarios anónimos que recurren a las redes para ejecutar un 'body shaming' con rostros populares como Bustamante.
"Cada uno tiene espejos en casa, no hace falta que nadie le diga: 'oye, tú has engordado'. ¿Y a ti qué te importa? Y tú tienes la lengua muy larga, así que a ver si te la cortas un poquito", manifestó hace unas semanas en otra entrevista, en esta ocasión con Toñi Moreno. "No es igual tener 20 años que 38. Cada vez es más difícil", decía. Gracias, David, por visibilizar estas situaciones que, en ocasiones, pueden generar serios problemas en los que tienen una relación tóxica con su cuerpo.