Durante el confinamiento extremo, ese en el que se tenía que esconder de vez en cuando para gritar y en el que hizo comprender a sus hijos que “mamá a veces no puede más”, descubrió el ayuno intermitente. Fueron 56 días de encierro en los que Pepe, Lucía, Tania Llasera y su marido se conocieron (todavía más), con los pros y los contras que eso confiere. Pero no todo fue negativo, y de esta dura experiencia de la que se cumple un año se llevó un aprendizaje: afrontar una vida más saludable.
Supo imponer sus momentos de soledad, experimentó el yoga, implantó en su rutina la meditación, estableció hacer deporte tres veces a la semana y cuidó su alimentación. Esto conllevó un cambio físico evidente que la presentadora siempre ha tratado de desmitificar. Porque al fin y al cabo ganó en salud. Y ese “sentirse de maravilla” que ha recibido de todos estos hábitos lo ha plasmado en ‘La vida a mordiscos’, su último libro de recetas.
En él, además de chivarnos esos tips de cocina fusión que tomó como suyos de su abuela y de su madre, Tania Llasera nos explica cuáles son sus recetas infalibles para comer con gusto. Y también nos narra su experiencia con el ayuno intermitente, un método que se niega a definir como dieta y que se ha propuesto mantener de por vida.
“Es verdad que me da un poco de miedo aconsejar, lo que quiero decir es que a mí me funciona el ayudo intermitente”, explica en la entrevista que encontrarás dándole al play al encabezado de esta noticia. Para ella es “un cambio vital” que le hace sentirse “bien” y que ya llevaba a cabo de antes, pero sin ponerle esta etiqueta.
“Yo siempre me saltaba el desayuno porque no me entraba”, ha confesado. Eso sí, consciente de que estar 16 horas sin ingerir alimentos puede ser un riesgo, la comunicadora ha querido recalcar que debe acompañarse de un “seguimiento médico”. “Me hago análisis para ver que todo vaya bien. A mí me lo recomendó un médico, me está sentando muy bien y apoyo a todo aquel que quiera investigarlo”, ha declarado.
En esta entrevista, Tania también ha hecho balance de las críticas que ha recibido en los últimos años por hablar de la relación con su cuerpo. “Yo creo que trabajar en televisión me ha ayudado mucho, tengo una edad y un bagaje (...). Se debería dejar de normalizar la crítica constante del cuerpo ajeno. Es lo que me pasó en 2014 cuando engordé tanto: si me veo mejor y estoy intentando quedarme embaraza, qué más te da a ti”, ha reivindicado ahora.